La tromba de agua caída anteayer volvió a inundar calzada y acera en un tramo de la rúa Areal, lo que suscitó numerosas quejas de vecinos. El concejal de Urbanismo, Nicolás González Casares, y operarios de Espina y Delfín se acercaron ayer por la mañana a la zona para comprobar de primera mano la causa de los problemas detectados en el alcantarillado. La acumulación de agua hizo intransitable un tramo a la altura del número 50 de Areal, un contratiempo que se viene arrastrando desde hace años porque los desagües no dan abasto en los momentos de muchas precipitaciones. El gobierno, conocedor de la situación, tratará de solucionarla "lo antes posible", cuando haya "disponibilidad económica" y disponga de los "permisos necesarios", ya que se trata de una carretera de titularidad estatal.

No obstante, la solución es de cierta "complejidad", tal como explicaron los técnicos de la empresa concesionaria del suministro de agua, puesto que las canalizaciones son muy viejas y no cuentan con tubos diferentes para pluviales y fecales, de modo que se produce saturaciones en momentos de lluvia abundante. Como primera medida, además de revisar las cloacas para comprobar si estaban obstruidas por la suciedad, se colocará una reja de sumidero que sustituirá al actual y rudimentario desagüe.

Además, se procedió a la limpieza de lodo arrastrado por el agua, gran parte procedente del solar contiguo (número 52), en donde existía una casa en ruinas que fue derribada. El Concello maneja un proyecto de humanización de 16.944 euros para este espacio, que comprende la continuidad de las aceras en un tramo de 18 metros de longitud y la pavimentación mediante aglomerado de la zona libre.