El edil no adscrito Juan José Cruz también podría entrar en las negociaciones en caso de que el gobierno así lo estime. Cuiña no quiere que este concejal forme parte de una hipotética comisión negociadora, pero asegura que accederá si sus compañeros de ejecutivo lo plantean. Ante esta posibilidad Cruz pone condiciones para sumarse a posibles acuerdos. Que Cuiña se retracte de su afirmación sobre que nunca pactaría con él, que reconozca su legitimidad y le otorgue un trato digno, le pida disculpas por su "injusta expulsión" en el pleno y darle información para ejercer su actividad como edil. "Así podríamos empezar a hablar de un giro real en las formas de actuar de Rafa y no simplemente de una declaración de intenciones.

Cruz insiste en discrepar de su expulsión en el último pleno y cree que Cuiña incluso podría ser condenado en un juicio por su exceso de celo. Agradece que los socios de gobierno del alcalde lo hiciesen entrar en razón y, personalizándolo todo en Cuiña, dice que lo tratará con reciprocidad. Pide ser citado para dialogar, estar en las comisiones de posibles pactos y recibir un trato digno como edil. También reclama información de los expedientes a tratar en cada caso con debida antelación, su remisión telemática, pues cree que sus obligaciones laborales fueron utilizadas "para entorpecer mi labor como concejal".