El alcalde de Lalín, Rafael Cuiña, pretende reconducir las relaciones con el Partido Popular y es favorable a que este grupo de la oposición tenga voz en las principales decisiones que tome su gobierno. El mandatario es consciente que, con un ejecutivo en minoría, debería apostar por una razonable paz política pues azuzar al contrario solamente le ha servido para que tanto PP como el edil no adscrito, Juan José Cruz, jugasen sus bazas y tumbasen algunos proyectos como parte de los miles de euros en infraestructuras que el gobierno en solitario no pudo sacar adelante por ser minoría en el salón de plenos. Ahora no solo cree fundamental al PP, aun desde la oposición, sino que incluso no cierra la puerta a que en las negociaciones futuras también se cuente con el no adscrito.

Como ya trascendió, en la actitud política de los populares hasta ahora con el mandatario y su equipo tuvo mucho la denostación al que este partido en general y algunos de sus miembros en particular había sido sometido. Ya en los primeros meses del mandato el portavoz del PP, José Crespo, había criticado los arreones constantes hacia su gestión que, sumados con otros episodios, provocaron que la tirantez por ambas partes culminase con el anuncio de Cuiña de ruptura de relaciones con el partido opositor. La fortaleza que tenía el gobierno entonces le permitía estar en un plano de superioridad que ahora ha cedido por la escapada de Cruz, quien también es clave por la configuración numérica del salón de plenos. Si en el PP hay, como se dijo días atrás, corrientes favorables al diálogo con Cuiña -que son las menos- y otras que lo descartan, algo parecido ocurre en el ejecutivo local. Con todo el mandatario anunció ayer que "por el bien de los ciudadanos" es propicio al diálogo permanente con el Partido Popular. "En mi caso vine a la política para tratar de solucionarle los problemas a la gente y sacar adelante temas para los vecinos. No voy a proponer un gobierno de concentración como hizo Crespo, pero mi obligación es llegar a acuerdos con su grupo por los lalinenses", dijo.

Cuiña, que se refirió en su comparecencia a Crespo en todo momento como Pepe, dijo que con el portavoz de la oposición tiene "buena conexión" porque uno fue alcalde y otro lo es en este momento. "Hablamos en la misma clave, nos entendemos, pero luego está claro que están los enfrentamientos políticos". En los próximo días Cuiña llamará a la puerta del PP para ofrecerle sentarse en la mesa para hablar de ordenanzas municipales y de los presupuestos del próximo año. Tras agradecer a este grupo que votase a favor de la dotación de crédito para el plan Edusi, el regidor espera que con esta nueva actitud los populares frenen su moción para traspasar las competencias de la junta de gobierno local al pleno. En este sentido, Cuiña recuerda el voto favorable de este partido a la delegación de competencias en la junta de gobierno "por ser más operativa. Si el PP dijo entonces que era así, no sé porque ahora desean cambiar de postura". Cabe recordar que en aquella votación el BNG, ahora en el gobierno, votó en contra. Añade que en caso de que se mantenga esta posición la gestión se vería afectada al tener que llevar temas de trámite como licencias, proyectos o trámites del día a día a pleno y su aprobación, en vez de ser semanal, tardaría un mínimo de un mes. "Si quieren aplazar todas estas cosas, están perjudicando a los lalinenses". Sobre el conflicto con los vecinos de la calle Os Lirios admitió que se habían invitado a pleno porque desde algunos foros se había culpado al gobierno de no sacar adelante estas obras. Cuiña dijo que sabía "con nombres y apellidos" quién en el PP estaba a favor de negociar y quién no. Ahora la respuesta a este ofrecimiento está la tienen los populares, que habían reclamado "negociación" en múltiples ocasiones. También habrá que ver en qué condiciones se hace esta oferta.

En relación al "tránsfuga Cruz", el mandatario desveló que antes del primer pleno en el que junto con el PP tumbó el plan de obras de más de 500.000 euros lo llamó para pedirte su apoyo "por el bien de los lalinenses". Aseguró que el no adscrito le agradeció el gesto, pero que iba a votar en contra. Sobre la presencia de Cruz en negociaciones dijo que él tiene una postura, pero respetará a su grupo si quiere llamar al no adscrito a negociar. "A este señor solo le pido que respete a los muertos. Me puede gustar más o menos que hable de las políticas del conselleiro Xosé Cuiña, pero no referirse a alguien como teu pai, porque parece que así está buscando otras cosas". Finalmente, sostiene que su expulsión en el pleno estuvo más que justificada. "Lalín no será nunca Dozón, pero esperamos que no se repitan estas cosas".