Los parajes dezanos son cada vez más visitados por personas de diferentes nacionalidades. ¿El motivo? Las dos rutas jacobeas que atraviesan las comarcas: la Vía de la Plata y el Camino de Invierno. En los últimos tiempos hubo un bajón de romeros que eligieron el primer trayecto, sin embargo, el Camino de Invierno gana, sin prisa pero sin pausa, cada vez más adeptos. Los negocios hoteleros son optimistas, y aunque, reclaman mayor promoción, consideran que la oficialización de esta última ruta en el pasado agosto será un punto a favor para que los peregrinos se decidan por estas vistas. Además de la promoción, los responsables de locales de la zona apuntan que es fundamental el acondicionamiento de este trayecto e inciden en la señalización, que es escasa o lleva a confusión, tal y como relatan los peregrinos.

Los datos reflejan un bajón en la Vía de la Plata y un repunte en el Camino de Inverno. Según las cifras proporcionadas por la Oficina del Peregrino, el mes de septiembre registró 924 peregrinos, frente a los 968 de 2015 y los 975 de 2014. En el mes de agosto de este año se contabilizaron 1.441 frente a los 1.493 de 2015 y los 1.490 de 2014.

Por el contrario, en el mes de agosto por el Camino de Invierno pasaron 29 personas frente a las 21 de 2015, año en que se empezaron a contabilizar los romeros de esta ruta. En agosto de este año hubo 68 frente a los 56 del año pasado.

"Muchos deciden caminar por la carretera nacional porque afirman que el camino está muy mal, además de que falta señalización. En parte está indicado mediante espray, y lleva a confusión, provocando que se pierdan", apuntan desde el albergue Trasfontao, de Silleda.

En esto también coincide un responsable del Bar Maril de Silleda. "La gente prefiere otros caminos, porque según como nos informan cuando llegan aquí, el camino no está bien cuidado, zonas están encharcadas, no se limpia y se encuentran con problemas porque dicen que no es transitable, por lo que es necesario concienciar a los alcaldes porque el camino beneficia al pueblo", apunta uno de los responsables. En que hubo menos afluencia de peregrinos durante esta época estival también coinciden en esto desde el albergue municipal de Dozón, gestionado por el Concello, que cuenta con 33 literas.

Otro de los reclamos de los caminantes es la falta de albergues en esta zona, por eso, tras la oficialización del Camino de Invierno en agosto, los diversos colectivos a favor de esta ruta trabajarán de la mano para promocionarlo y para dotarlo de las infraestructuras necesarias, tal y como comentó en su día el presidente de la Asociación Amigos do Camiño de Santiago por Lalín-Deza, Moncho Villanueva.

Esto es el principal reclamo que solicitan los peregrinos. Inés Carballo, vecina de Rodeiro, realizó este verano el Camino de Invierno y coincide en la falta de recursos. "No hay fuentes, no hay albergues, tampoco motivos culturales, como por ejemplo sí hay en la Vía de la Plata, para que los peregrinos puedan visitar". Asimismo, destaca que la zona de la comarca de Deza no tiene mucha duda, lo peor es antes de llegar a la zona de Belesar. "En muchos tramos las zarzas cruzan de un lado a otro, y los vecinos nos aconsejan caminar por la carretera nacional, porque es imposible atravesar los caminos, además, es muy necesario caminar siguiendo una guía, porque por esta ruta hay muchas bifurcaciones y es muy fácil perderse", apunta Carballo.

Caminantes y hosteleros confían en que esta situación empiece a mejorar. Con respeto a la otra ruta de la zona, la Vía de la Plata, la Axencia de Turismo de Galicia se hace eco de diversas actuaciones que se llevarán a cabo para acondicionar los tramos dañados durante este trayecto a su paso por los municipios de Dozón, Lalín, Silleda y A Estrada y contará con un presupuesto de 118.996 euros.