La Casa Currás renueva su establecimiento. Este local, situado en la Praza da Igrexa, es considerado uno de los más antiguos del municipio y con mucha tradición. Principalmente destaca por su cocido. Con el cambio del local, los actuales dueños ya van valorando las nuevas generaciones para pensar, en un futuro, dejar el legado. Este es el caso del cocinero Alberto González "Currás". Que tras finalizar sus estudios y tantear en otros terrenos, vuelve a casa para seguir con la cocina tradicional e intentar innovar un poco.
-¿De momento tiene pensado seguir con su formación?
-Pues la idea es que sí. Este año me quedaré trabajando en el negocio, pero para el próximo inicio de curso me gustaría poder hacer un máster en San Sebastián centrado en Perfeccionamiento de Cocina que es de un año. Aún no se si lo voy a hacer, la idea la tengo.
-¿Siempre le gustó el mundo de la cocina?
-La verdad es que sí, lo mío es vocacional. También debo reconocer que lo mamé desde pequeño, ya me va en los genes. Crecí en la cocina y ayudé desde que pude.
-¿Trabajó en más sitios que éste?
-Sí. Siempre estuve ayudando en el negocio de casa, pero estuve también en otros locales. En San Sebastián y en Sanxenxo y algún otro.
-¿Es muy difícil trabajar la creatividad en los platos?
-Sí, es bastante difícil de hacer y muy complicado de venderla en Lalín. Hay que ser constante y hacerlo, sin más. Aquí creatividad poca, en nuestra casa lo que prima es el cocido, la tradición y punto. La creatividad la dejamos para fuera. Por ejemplo, cuando es la época del cocido, con los pinchos es cuando yo me puedo crear y sacar el máximo partido a la creatividad.
-¿Introducirá alguna de sus ideas en la comida?
-Pues algo trataré de hacer. Más tirando a postres. Por ejemplo: Un Suflé de chocolate con helado, y también algo en la comida como pueden ser risottos o croquetas líquidas. Yo estaré aquí, haré cosas nuevas, pero la esencia va a seguir igual.
-Referente a la remodelación, ¿habrá cambios en los platos?
-No, habrá alguna sugerencia para los fines de semana; platos un poco más elaborados. La esencia sigue igual, lo que prima es el cocido de Lalín que es de lo que vivimos la mayoría de los negocios de Lalín. Al pasar las fiestas, se harán desayunos tradicionales y saludables, en la zona de arriba y también habrá pinchos más elaborados.
-Si llegara a quedarse con el negocio, ¿cambiaría algo?
-No. Lo que funciona, cambiarlo es riesgo. Si va bien, hay que dejarlo como está.
