Los ciudadanos de Deza y Tabeirós están pagando estos días tributos como el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y otros que llegan, en función de cada concello, con una periodicidad trimestral. La diferencia en la presión fiscal en las comarcas varía en función del lugar de residencia y la diferencia está en 240 euros anuales. Por arriba está claramente Lalín, mientras que Dozón es la localidad que menos carga impositiva repercute a sus contribuyentes. Para definir en qué índices de presión fiscal está cada concello se toma como referencia la recaudación anual de impuestos directos, indirectos y las tasas o precios públicos y se divide por el número de habitantes, que no de contribuyentes.
La presión fiscal en Lalín para este año alcanza los 449 euros y es la séptima más elevada de la provincia. En las cuentas para este ejercicio se prevén unos ingresos de impuestos directos de 5,2 millones, los indirectos suponen 116.000 euros y de tasas la recaudación estará en 3,6 millones. Entre los expertos existe una cierta controversia a la hora de, para calcular la presión fiscal, incluir las tasas, una vez que están vinculadas a servicios determinados y solo pagan aquellos que los utilizan. En todo caso los tributos directos en Lalín están por encima de otros ayuntamientos de similar categoría. Esto se debe, en gran medida, al elevado recibo del IBI y también a que tiene registrados muchos más inmuebles que otras localidades semejantes. Por delante de la capital dezana solo los vecinos de Sanxenxo soportan una carga tributaria más elevada, que alcanza los 914 euros. Luego aparece Pontevedra (595), O Grove (581), Vigo (508), O Porriño (505) y Nigrán (484). El promedio de la provincia está en 421 euros.
Muy por detrás de Lalín aparece A Estrada, con una presión fiscal de 290 euros. Ahora bien, si en la comparativa entre 2015 y este año en la capital dezana la carga impositiva per cápita aumenta en 5 euros, en la de Tabeirós es de 12. El concello estradense prevé recaudar 3,6 millones de impuestos directos, 2,2 de tasas y 220.000 de tributos indirectos. No obstante es en Silleda donde la diferencia es más acusada entre un año y otro, pues la carga fiscal por habitante pasa de 297 a 379 euros. El desglose es de 1,7 millones en concepto de tributos directos, indirectos (60.000 euros) y 1,4 millones de tasas.
Los ciudadanos de Vila de Cruces satisfarán al Concello un promedio de 282 euros de impuestos y tasas. Curiosamente, el montante económico correspondiente a los precios públicos es más alto que el de los impuestos directos. En Rodeiro, a la espera de conocer las cuentas de este año, la presión fiscal se aproxima a los 275 euros. En Agolada está en 243 y en Dozón, en 209. Los vecinos de este último concello serían los que menos impuestos pagan de las comarcas, aunque también hay que tener en cuenta los servicios que ofrecen unos y otros. En Forcarei la carga tributaria per cápita es de 259 euros y de 267 en Cerdedo.
Si vemos lo que ocurre en los municipios de primera categoría, donde se podría establecer una relación con Lalín o A Estrada, cabe apuntar que la presión fiscal en Vilagarcía de Arousa es de 419 euros. Redondela (330), Ponteareas (305), Cangas (222) y Marín (266) completan el listado de la provincia. En los demás es la siguiente: Ames (449 euros), Arteixo (694), Cambre (349), Carballo (391), Culleredo (390), A Coruña (652), Ferrol (427), Narón (452), Oleiros (429), Ribeira (420), Santiago (641), Lugo (633) y 674 en el caso de Ourense.
