Los ganaderos de las dos comarcas se quejan de las cuantiosas pérdidas en los maizales a consecuencia de los ataques ocasionados por el jabalí. El sindicato Unións Agrarias contabiliza unos daños que afectan entre el 12 y el 15 % de la ya escasa producción (afectada por la sequía) lo que supone entre 23.500 y 25.000 toneladas. Las pérdidas económicas alcanzan 1,5 millones de euros en las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes.

"Parece ser que los incendios ocasionados en Portugal y en Ourense están provocando que las comarcas estén plagadas de jabalíes con un tamaño descomunal como no se había visto antes", apunta el secretario comarcal de Unións Agrarias, Román Santalla. El sindicato culpa a las Consellerías de Medio Ambiente y Medio Rural de propiciar esta situación y de no actuar con previsión. "Está claro que había que actuar durante la primavera porque ahora ya es tarde, porque existe una población excesiva, por lo que las batidas tendrían que realizarse antes", señala Santalla.

El sindicato y los ganaderos critican las ayudas prometidas por parte de la Xunta porque realmente nunca se conceden. "Entre los requisitos que se deben cumplir para recibirlas está presentar la documentación de titularidad de la finca, cuando el 50 o 60% de los terrenos son arrendados y no existen contratos de arrendamiento, por lo que ya ni se pueden solicitar", recalca el secretario de UU AA. Afirma que todo queda sobre papel mojado porque todo son obstáculos para acceder a ellas.

Los agricultores se encuentran en una situación insostenible causada tanto por los ataques de la fauna salvaje como por la sequía, que ésta provocó pérdidas de cinco millones en las dos comarcas. Este año se cultivaron sobre 7.000 hectáreas y se produjo entre 25.000 y 28.000 kilogramos de maíz de media frente a las 38.000 de un año sin incidencias.

"Tuvimos que adelantar el ensilado, pero las proteínas no son las mismas, porque el maíz estaba todavía sin criar", apunta Montse Silva, agricultora de Palio (Lalín). Entre la sequía y el jabalí esta vecina perdió gran parte de su producción, y aunque, se decidió también por otros cultivos, como el girasol, afirma que este año, tampoco fue buena época para este.

Por otra parte, los ganaderos están doblemente preocupados porque según los datos del Ministerio de Agricultura los jabalíes producen entorno a un 20% de los contagios de tuberculosis lo que afecta muy negativamente. "Los ganaderos ensilan el maíz todo destrozado y babado y comido por estos animales y los afectados temen por el estado sanitario de sus animales", recalca Santalla. El sindicato apunta que una gran parte de los agricultores baraja la idea de dejar de cultivar maíz.