"Antes apenas había incendios forestales intencionados"

-Posiblemente hubo alguno más que el año pasado, pero es que entonces hubo muy pocos con respecto a campañas anteriores. Aunque se trata de incendios más pequeños, la percepción que tenemos nosotros es que son más peligrosos. Primero por las condiciones meteorológicas, que es lo más importante, y lo segundo es que los que son intencionados están provocados con muy mala leche porque, como te decía antes, suceden muy cerca de las viviendas y ponen en riesgo vidas humanas y, también, los bienes materiales de toda esa gente, y a los medios de extinción.

-¿Qué se puede hacer para conseguir prevenir y erradicar este tipo de actuaciones delictivas?

-Supongo que es importante el tema de la gestión del monte. Yo llevo entre una cosa y otra dedicándome a esto 28 años, y al principio era de los que pensaba que lo de los incendios terminaría por acabarse. Antes había incendios provocados por un rayo o por un despiste, pero apenas había incendios intencionados, aunque podía aparecer algún pirómano, que es una persona enferma. Otra cosa muy distinta es que existan tantos intereses en plantar fuegos. Estoy perplejo después de casi 30 años viendo que vuelven a arder los mismos montes y que se ponen en peligro vidas humanas. No sé lo que le puede pasar por la cabeza a esa gente que quema el monte sin ser pirómanos. Para espantar al jabalí, por ejemplo, hay otros métodos y no el de calcinar las fincas y los montes llenos de árboles.

-¿Cómo recuerda su última experiencia en este asunto?

-La última que tuvimos fue en Vilanova. Yo creo que no fue intencionado, pero eso lo están investigando para esclarece el asunto, pero si fue intencionado lo hicieron con muy mala leche porque las llamas cruzaron la carretera que va de Lalín a O Carballiño como sin la hubiera, y llegó a las casas en cuestión de pocos minutos.