Hacía ya tres lustros que el lugar de Portela, en la parroquia estradense de Codeseda, no acogía actos lúdicos ni verbena con motivo de la festividad de San Roque. Pero en la noche del sábado, gracias a la Asociación Cultural Virxe de Guadalupe se recuperó la tradición. En torno a 200 personas se apuntaron a la cena de confraternidad, en la que los vecinos de la parroquia de Sabucedo se significaron por su contribución a la animación de la fiesta.
Así lo destacó ayer Luis Ferro, que subrayó el agradecimiento de la directiva de la asociación y su intención de seguir contando con los lugareños de Sabucedo también para la fiesta en honor a la Virxe de Guadalupe que acogerá Codeseda y, en concreto, A Grela el 3 de septiembre.
Pero este fin de semana, la celebración se organizó en honor a San Roque. Tras la cena y la verbena del sábado en Portela, la iglesia parroquial de Codeseda acogió ayer una misa con procesión que, como es tradicional en las celebraciones litúrgicas festivas de la parroquia, discurrió por el atrio de la iglesia y la Carballeira de A Sagrada de Codeseda. De este modo, los vecinos se anticipaban a la festividad de San Roque, que tiene reservado en el santoral el 16 de agosto.
Luis Ferro destacó que en la parroquia de Codeseda se venera con gran fervor "por ser el santo protector de las enfermedades de la peste y de todas las epidemias así como protector de los peregrinos". Relacionó el culto a este santo con la peste que afectó a la zona entre los siglos XV y XVII. Detalló, además, que en el libro de fábrica parroquial de San Xurxo de Codeseda consta por escrito la fundación de la capilla en advocación a San Roque en el lugar de As QUintas en el año 1641. Esa capilla era la "decana de todas las capillas de la parroquia" pero "fue mal vendida por la Iglesia como otras muchas que pasaron a formar parte del extinguido patrimonio cultural".
Coincidiendo con esta celebración en honor a San Roque, Codeseda acogió ayer una feria de época, embellecida por la presencia de un autobús antiguo de la empresa Cuiña y bicicletas de época así como por diversos puestos entre los que no faltaban las tradicionales churrería y pulpería. En este contexto se elaboró además una paella vegeariana. El gaiteiro Castro de Fontenlo amenizó la mañana, acompañado por tres intérpretes femeninas. Tamboril, bombo, panderetas y acordeón acompañaban la música de gaita.
