Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Su perra "habla" y no tiene crías porque no podrían darlas

La compenetración que Silvia López y sus perros demuestran sobre la pista no es casual. Se entienden a la perfección. No en vano, Cata y Apu son parte de la familia. La perra hasta "habla". "Sabe ladrar cuando le mandas", sonríe Silvia, antes de explicar cómo se esmera Cata en ladrar cuando le preguntan "cuánto" quiere a su "mamá" (por la guía) o a su "abuelita". "También tiene conversaciones con mi padre", relata con humor. Él le pide que le cuente algo y ella le ladra. La cena es un momento propicio para jugar. Les mandan ir a buscar los juguetes que les lanzan y ellos lo hacen encantados.

Su cuidado le "roba" mucho tiempo a la familia, que es consciente de que "si los quieres tener bien" a los perros y listos para competir hay que mantenerlos en forma. Hasta tal punto llega su mimo que le dan el pienso "medido, pesado". Comen pienso y "mucho pan tostado. "Les rechifla", explica su dueña, desvelando que, cuando se empieza a entrenar a un perro, lo habitual es motivarle con una salchicha. Cuando ya están entrenados, puede ser sustituida por un juguete. El de Apu es una pelota. El de Cata, un mordedor.

También necesitan sus momentos de esparcimiento en una vida marcada por la disciplina. Cuando los llevan a la finca donde tienen caballos, a Apu le puede su instinto de pastor equino. A Cata, aunque también le gusta, se le da mejor manejar cabras y ovejas. Es su instinto que aflora.

Pero la educación hace que en casa sean como niños ante la bronca de sus padres. Cuando le riñen a uno, el otro se escabulle. Y no son buenos disimulando. Si preguntan quién hizo algo malo, su actitud les delata.

Aunque Cata ya tiene casi 6 años, no ha tenido cachorros. Sus dueños no se lo plantean. Silvia temería que le pasase algo malo y, en el mejor de los casos, confiesa, divertida, que si Cata tuviese crías "tendría que quedarme con todas".

Compartir el artículo

stats