Las reformas laborales que se aplican desde hace tres años permitieron la aplicación de nuevas formas de incorporación a un puesto de trabajo, como los contratos de capacitación inicial. Esta modalidad permite que se contrate a una persona por un tiempo determinado, que se considera necesario para que adquiera las habilidades necesarias para la actividad para la que vaya a ser contratado. Este periodo de tiempo puede ser de hasta tres meses, que se ampliará a seis si el empleado es de confianza. Si al término de este plazo el empleador considera que el trabajador no adquirió los conocimientos precisos, puede acogerse a un despido justificado y sin derecho a indemnización.
Pues bien, las empresas de Deza y Tabeirós-Montes, durante el primer semestre del año, formalizaron 2.201 contratos de capacitación inicial, repartidos entre los 999 de los seis municipios dezanos y los 1.202 que aportan Cerdedo, A Estrada y Forcarei. Son, por otra parte, 288 más de los que se suscribieron en el primer semestre de 2015, lo que indica un crecimiento del 15% de este tipo de contratos que, también hay que decirlo, no ayudan a consolidar empleo. Los datos que maneja el IGE permiten analizar los datos por géneros y también por nivel de formación. De este modo, del casi millar de contratos de Deza, 659 corresponden a vecinos con estudios secundarios, tras los que se colocan los 238 con estudios primarios y los 79 que avalan formaciones en carreras universitarias o grados. Por último, se contrató a 21 personas sin estudios. Los estudios secundarios también se imponen entre los vecinos de Tabeirós-Terra de Montes. De los 1.202 contratos iniciales mencionados, 744 son a personas que en su momento estudiaron BUP o que remataron la actual ESO, mientras que en torno a la mitad, 388, tiene certificado de estudios primarios. De nuevo, los contratos iniciales apenas tienen mella entre los estudiantes universitarios, con 55 casos, a los que se añaden otros 15 de personas que carecen de formación académica.
Pese a que la incorporación de la mujer al mundo del trabajo todavía tiene mucho camino por andar, en los contratos de capacitación inicial ya se da cierto equilibrio entre géneros, pues 1.033 pactos laborales (el 46% del total) se formalizaron con mujeres.
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Por municipios, es obvio que el desarrollo industrial y empresarial de las dos cabeceras comarcales, Lalín y A Estrada, aglutina en las mismas el mayor volumen de contratos a nivel general y, por también, también de capacitación inicial. En Lalín, durante los primeros seis meses del año, se suscribieron 522 contratos, por encima de los 460 que se firmaron en el primer semestre de 2015. A Estrada duplica esta cantidad, ya que aporta 1.090 acuerdos laborales (sube desde los 976). A decir verdad, el volumen de contratos laborales está al alza en todos los municipios salvo en Dozón, que pasa de 19 a 12. Así, Silleda es el tercer concello con mayores cifras, al aportar 247 (en 2015 eran 210), seguida por Vila de Cruces, con 129 (110). Forcarei aporta 70 acuerdos iniciales (49), mientras que Agolada llega a los 47 (34). Tanto Rodeiro como Cerdedo contabilizan 42 cada uno, mientras que en 2015 formalizaron, respectivamente, 37 y 18.
