El primer incendio del verano del que se tiene constancia en la comarca dezana quemó ayer en la parroquia de Lebozán entre 11 y 15 hectáreas, según las estimaciones provisionales que manejaba la Consellería de Medio Rural al cierre de esta edición, puesto que el fuego continuaba activo al anochecer. Las altas temperaturas -las máximas llegaron a los 32 grados- facilitaron la propagación de las llamas, que para más inri comenzaron a media tarde, minutos antes de las 18.00 horas, en el lugar de Carrofeito.

La disponibilidad de medios permitió que conforme avanzaba la tarde se fuesen incorporando más efectivos para controlar las llamas. Así, en un principio trabajaron en las labores de extinción un agente, seis brigadas, dos motobombas y un helicóptero. Paulatinamente, fueron incrementándose los servicios humanos y técnicos, de modo que a última hora de la tarde estaban en el enclave agentes de la policía autonómica, además de efectivos del Grupo de Emerxencias Supramunicipais (GES) de Lalín, así como un técnico coordinador de las labores de extinción, cuatro agentes forestales, nueve brigadas, cuatro motobombas, una pala, cinco helicópteros y dos aviones.

A falta de conocer los datos concretos sobre cuánto ardió en monte arbolado y cuánto en monte raso, en una primera estimación se indica que ardieron varias hectáreas de pinares, pero que en ningún momento se vio en peligro ninguna aldea de la parroquia. Eso sí, en el lugar de A Ermida las llamas arrasaron un pinar cercano al núcleo de población. El incendio también afectó a una zona por la que discurrirá el Lalín Bike Race, según apunta el alcalde, Rafael Cuiña. Las primeras informaciones que facilitaron los agentes a la Consellería de Medio Rural señalan que el fuego no afectó a zonas incluidas dentro de la Rede Natura.