Francisco Lago, abogado del mandatario, explica que el fallo del juez demuestra que resolvió el asunto facultado por la capacidad que tiene para hacerlo y que no remitió las diligencias a la Fiscalía. No obstante y aunque el Ministerio Fiscal podría presentar recurso -el letrado lo ve improbable- afirma que el sobreseimiento libre evidencia que no hubo intencionalidad y que el hecho no es constitutivo de delito, poniéndose así fin a las diligencias. Reitera que su cliente en ningún momento actuó con ánimo de injuriar "ni tuvo intención de vilipendiar a nadie". Por ello comparte la opinión del juez, de que todo se trató de un rifirrafe político o al menos que no tuvo una dimensión penal.

Otro aspecto relevante para la defensa del mandatario es que en la resolución se ordena la restitución al pedáneo de Castro del teléfono móvil que le había sido aprehendido y que figuraba registrado como pieza clave de convicción. Así, recuerda que ya se habían considerado nulas las pruebas aportadas por el equipo de la Policía Judicial en relación a las declaraciones que hizo el alcalde de Castro en el cuartel. Lago aduce que la toma del testimonio a Fernández Ledo no fue correcta, "es decir, irregular" porque se practicó sin la asistencia de un letrado. "Fue nula de pleno derecho y por eso se deducen presuntas irregularidades en la actuación", manifiesta. Tanto el representante vecinal de Castro como Cuiña fueron llamados a declarar en el cuartel.