Primero fue Avega y ahora una empresa foránea la que está interesada en disponer del matadero de gallos ubicado en el Centro de Innovación e Desenvolvemento do Galo de Curral, en el polígono agroforestal de Cumeiro. Pero Avega, dedicada a la producción ecológica de huevos y que cuando contactó con Cruces tenía en mente un proyecto de cría de pollos y capones en ecológico, acaba de adquirir terrenos en el polígono industrial de Agolada, porque desde un momento dejó claro que no correría con los gastos de urbanización del centro. Así que Vila de Cruces depende, más que nunca, de otras administraciones para que eche a andar un inmueble construido hace casi seis años y para el que también se barajaba la posibilidad de reconvertirlo en matadero para sacrificar 400 animales a la semana, evitando así que los criadores de gallo tengan que desplazarse a salas de sacrificio.
Lo cierto es que esa empresa foránea lleva al menos un año en contacto con Vila de Cruces, pero poco o nada se ha avanzado en los últimos meses. "Es una empresa que se dedica al despiece de carne y ya montó una nave en Cambados", explica el alcalde, Jesús Otero. Pero la firma, catalana, no se instalará en Cumeiro mientras no se hayan realizado las obras de urbanización. Justo el mismo requisito que pedía Avega. "Confiamos en disponer de algo de dinero por parte de la Xunta, este año, para acometer las obras de urbanización", señala el alcalde, que ya en anteriores ocasiones llamó a las puertas del gobierno autonómico y provincial para que aportasen los 150.000 euros para que el matadero pudiese abrir una vez a la semana. Pero la llamada fue en vano. El edificio está impoluto, pero en su exterior faltan tareas de acondicionamiento como la construcción de los sumideros exteriores y la dotación de luz y agua. Lo cierto es que estas obras redundarían en la demanda de más empresas del sector primario que deseen ubicarse en una zona que, por lo demás, está muy bien comunicada con la red viaria.
