El humorista Javier Veiga será el pregonero de la 23ª Festa Gastronómica do Galo de Curral, que celebra Vila de Cruces este domingo y que ya, durante la jornada del sábado, cuenta con diversas actividades lúdicas para ir haciendo boca. El monologuista confiesa que en los últimos días está navegando en internet para obtener información sobre el Galo y así elaborar su pregón, previsto para las 13.00 horas en la Praza Juan Carlos I.
-¿Estuvo alguna vez en la cita gastronómica por excelencia de Vila de Cruces?
-No, no estuve nunca. El vínculo más estrecho que tengo con el gallo de corral es que mi padre está empeñado, desde hace cuatro años, en que cenemos gallo por Nochebuena. Es más, hasta en alguna ocasión ha venido a Cruces para comprarlo, aunque también adquirió las piezas en otras localidades con renombre en cuanto a la cría de esta carne. Mi padre vendrá conmigo el domingo, así que creo que es la ocasión perfecta para hacernos con recetas de cómo se cocina esta carne en pepitoria, a la parrilla o en otras delicatessen.
-¿Cree que el Galo de Curral sería un buen tema para un monólogo? ¿Daría pie a una sesión de comedia?
-Umm, los monólogos tienen que conseguir llegar a la mayor parte de la gente posible y, a decir verdad, la carne de gallo de corral es muy conocida en Galicia, pero fuera de la comunidad puedes encontrarte con que al público este tipo de alimento no le suena de nada. Sería un tema difícil.
-Por motivos laborales reside fuera de Galicia, aunque visita su tierra con cierta frecuencia. Aquí se prodigan, sobre todo en verano, las fiestas gastronómicas. ¿Dan pie a que la gente se desinhiba y deje ver su sentido del humor?
-Está claro que las fiestas gastronómicas son un sitio para pasarlo bien, y Galicia pasa por tener en ellas un tipo de diversión único en el mundo. En el resto de España no hay nada parecido a lo que ocurre en tierras gallegas, que prácticamente hay una fiesta gastronómica al día. Creo que, en realidad, se trata de una excusa para hacer una fiesta, que la gente se vea en las calles y que haya una actividad de la vida cara a cara. Estoy seguro de que las fiestas gastronómicas son un gran antídoto contra las redes sociales.
-Usted nació en O Grove y vendrá a un municipio en pleno corazón de Galicia. ¿Tenemos un humor diferente los de interior a los de costa? ¿Y es cierto que hay un humor gallego, diferente a todo?
-Pienso que cada zona tiene un mundo de consanguinidad, como una especie de micromundo que ayuda a que sus vecinos desarrollen una personalidad concreta. Es decir, hay una manera de ser, de entenderse, que tiende a ser más cerrada si existe menos comunicación con el resto de micromundos. En cuanto al humor gallego, entiendo que a veces se nos malinterprete por nuestro sarcasmos, por nuestra retranca. Es cierto que los gallegos tendemos a hacer todo desde la mala baba, por decirlo así, pero nos hace gracia porque en ello no existe ningún tipo de maldad. Pero el resto del mundo no acaba de aceptar esa broma continua, les cuesta entendernos.
-¿Cuáles son sus proyectos más inmediatos?
-Pues desde hace unas semanas comencé a rodar la serie gallega Augas Quentes, que precisamente se rueda en Cuntis, muy cerca de Deza y Tabeirós-Montes. La verdad es que yo ya llevaba tiempo intentando coincidir agendas para hacer una cosa en Galicia, pero nunca encontraba el hueco. Ésta es la primera vez que hago ficción en Galicia y ello me permite viajar con cierta frecuencia a mi patria. Además, el próximo otoño en Madrid comenzaré a dirigir y protagonizar una obra de teatro. Después surgirá algo nuevo para la televisión.
