El colectivo "Quintos do 71" volverá a celebrar este sábado su tradicional reunión anual en Lalín. La asociación que preside Ángel Fernández Ferradás (Lalín, 1949) celebrará su tradicional comida de confraternidad, que cada año gana adeptos desde que se comenzara a realizar allá por 1999. Precisamente, Fernández Ferradás concluye su mandato al frente de este grupo de viejos camaradas de armas para ceder el testigo en el cargo en la reunión de este fin de semana.
-¿Cómo valoraría estos 12 años que ha estado al frente del colectivo de compañeros de mili?
-Efectivamente, llevo 12 años como presidente y salvo un año en el que no estuve con ellos, pertenezco a la asociación desde hace 16. Tengo que decir que en todo este tiempo todo fue bastante bien. Recuerdo que al principio éramos unos 15, y cuando Chucho Penela estuvo al frente, y después Vicente Ulloa González, el número de participantes fue creciendo cada vez más hasta llegar a ser más de un centenar de comensales en las comidas que organizamos. Ahora hay que dejar paso a otro compañero, que seguro lo va a hacer muy bien en nuestra asociación.
-¿Qué previsión de asistencia tienen para este sábado en Lalín?
-Este año pienso que seremos medio centenar de personas las que nos juntaremos en la pulpería Roque de Lalín. Date cuenta de que hay gente que, por ejemplo, está viviendo en Madrid y hacen un esfuerzo enorme por acercarse. Tenemos médicos, militares o policías que también vienen de distintos puntos de Galicia y de fuera, que hacen lo posible por no perderse una reunión siempre entrañable.
-¿Por qué repiten lugar para llevar a cabo la reunión si siempre solían cambiar de ubicación?
-Es cierto que durante todos estos años fuimos cambiando de sitio para juntarnos. Lo que pasa es que este año decidimos repetir en Lalín porque tenemos a un par de miembros que por motivos de salud no podían desplazarse lejos. Así que, optamos por hacerlo por segundo año consecutivo en Lalín, un concello que nos viene bien a la mayoría de nosotros. Ya digo que como hay varios de los quintos que no podían moverse, pensamos que lo correcto sería ir a Lalín.
-¿Qué recuerdo guarda de su servicio militar en el ejército?
-Mentiría si hablara mal de mi servicio militar. Allí hice grandes amigos, que los sigo manteniendo después de tantos años. Puedo decir que fueron los mejores momentos de mi vida. Hice la instrucción en el cuartel de Figueirido y, después, me destinaron a Santiago, donde ahora está el edificio del Parlamento de Galicia. Yo, allí, entraba y salía del recinto de paisano, y me lo pasé muy bien, aunque en los años 70 la cosa era dura si no te portabas bien durante la mili.
-¿Cree que debería retomarse el servicio militar obligatorio?
-Sinceramente, creo que sería bueno que volviese la mili. Yo pasé 14 meses y ganaba siete "pesos" al mes. Ya digo que en el 77 era dura la cosa, pero pienso que no vendría mal que la recuperasen.
-¿Por qué considera que sería beneficiosa su recuperación?
-Cuando estaba haciendo la mili se me quedó grabado los tres tipos de personas que había allí. Estaba el listo, listo; el tonto, tonto; y el que estaba en el medio, que no se enteraba de lo que era el servicio militar. En la mili, al tonto lo espabilaban y al listo le cortaban las alas. Por eso pienso que no vendría nada mal que la volvieran a poner en práctica en la sociedad actual.
-¿Es cierto que las anécdotas de la mili se recuerdan siempre?
-Yo creo que sí porque, como decía, es una parte de tu vida muy especial. Además, si como en mi caso tienes un grato recuerdo de aquello, lo normal es que tengas siempre presente momentos y anécdotas que te pasaron cuando estabas allí en tu juventud. Siempre es agradable compartir esas anécdotas con gente que tuvo una experiencia similar a la tuya.
-El año que viene 'Quintos do 71' alcanza su, digamos, mayoría de edad con 18 años de vida. ¿Habrá algo especial para celebrarlo?
-Tal vez este sábado, cuando elijamos al nuevo presidente de la asociación, podremos empezar a hablar de hacer algo especial con motivo de ese aniversario. Sería bonito poder organizar algo diferente cuando lleguemos a los primeros 18 años de existencia. De hecho, ya tenemos apalabrados un grupo de acordeonistas y dos charangas para ese día, que esperemos sea inolvidable para todos nosotros. Hay que recordar que al cargo de presidente de esta asociación se puede presentar cualquiera porque esto es totalmente abierto a cualquier participación.
