El poblado minero de Fontao y el monasterio de Carboeiro distan entre sí unos 9 kilómetros. Este trayecto puede cubrirse por carretera, pero existe un camino, hoy cubierto por la maleza y ya desaparecido en muchos tramos, al que Minas da Brea quisiera darle vida. Hubo un intento de hacerlo realidad en 2009, y ahora el colectivo vuelve a valorar esa posibilidad, pero de ser así, tendrá que retomarse una vez que termine la participación en el proyecto The Story of me, en el que participa junto al pueblo checo de Veselá y el polaco de Dobkób, según explica el actual presidente de Minas da Brea, Santiago Ferreiro. "El proyecto no está olvidado y estaría bien retomarlo. De hecho, hablamos de él en la última asamblea", reconoce Ferreiro.
Se trata de revisar un plan que surgió con Miguel Domínguez en la presidencia. En el anuario de actividades de 2008 ya se contemplaba el proyecto. Suso Rivas, que ejercería posteriormente como presidente, explica que se trataba "de una ruta circular que partía de Fontao y bajaba hacia el río. Era preciso abrir un sendero de bajada y se contemplaba la rehabilitación de dos molinos de uso comunal y para cuya reconstrucción ya teníamos permiso". A lo largo del recorrido también se preveía construir un par de miradores, ya que en este paraje todavía se conservan algunos sobreirais.
La ruta transcurría muy pegada al río Deza, que ejerce de frontera natural en este enclave entre las tierras de Vila de Cruces y Silleda. Al llegar a un puente medieval, la ruta comenzaría su ascenso hasta volver de nuevo a Fontao.
A finales de 2009, Agader publica la resolución en la que concede a Minas da Brea el 56,15% del total del presupuesto que se precisaba para esta ruta, valorado en 69.190 euros. Agader asigna 38.158, "pero tuvimos que rechazar la subvención porque no podíamos aportar la mitad restante", explica Suso Rivas. La asociación disponía incluso de un proyecto técnico. En ningún momento se contactó con el Concello para ver la viabilidad de la iniciativa "o, si se hizo, nunca obtuvimos respuesta".
Rivas se muestra positivo ante la posibilidad de que Minas da Brea retome esta idea. "Si hace siete años conseguimos una ayuda del 50%, hoy se puede lograr ese porcentaje o incluso más. Hay que pensar que por aquel entonces los Grupos de Desenvolvemento Rural estaban empezando, y hoy están más que asentados", añade. Preguntado por el nombre que decidió dársele a la ruta, explica que "queríamos jugar un poco con el tema de la extracción de wolframio. Sabemos que en la zona por donde transcurre la ruta quedan minas abandonadas, y quién sabe si realmente ese trayecto era usado por los estraperlistas", concluye.
De materializarse, el Roteiro do Estraperlo sería un excelente complemento al Museo da Minaría, que solo abre concertando una visita previa. Para su funcionamiento diario, estas instalaciones inauguradas en 2012 precisarían una inversión de 100.000 euros para comenzar a funcionar durante los dos primeros años. Una vez pasado este tiempo, podría autofinanciarse con el cobro de entradas. El año pasado este museo recibió más de 800 visitas, según el alcalde, Jesús Otero.
