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El recibo de la contribución subió en Lalín 100 euros en diez años y 61, en A Estrada

El incremento en la capital dezana del IBI de urbana está en el 180% y en el 61% en la de Tabeirós -Los importes medios anuales de este impuesto están en 156 y 136 euros

Un bloque de viviendas sin rematar en la urbanización de O Regueiriño, en Lalín. // Bernabé/Luismy

La contribución es el principal impuesto municipal al que los ciudadanos tienen que hacer frente cada año, un tributo que penaliza la propiedad y por eso para algunos expertos es el más justo, porque supuestamente a más bienes, mayor capacidad económica para pagarlo. No obstante, las ponencias que aplican los concellos al Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) -urbano en este caso- y las elevadas valoraciones de los mismos hace que en ocasiones el precio de la contribución sea una carga considerable y más desde que el valor de los inmuebles se ha desplomado y vender una vivienda o una finca es una tarea más que complicada.

En diez años el promedio del alza en los recibos del IBI en los concellos de las comarcas está en el 90%. Si en 2004 el precio medio estaba en 53 euros, en una década casi se ha duplicado. Tomando como referencia los ingresos obtenidos por los ayuntamientos en estos años, en relación al número de contribuyentes, el IBI no ha parado de crecer en la práctica totalidad de los concellos de Deza y Tabeirós-Montes. Procesos de revisión catastral o actualizaciones del padrón son los responsables de, junto a una desorbitada valoración de los inmuebles, de una situación que repercute directamente en las economías familiares.

Lalín, ejemplo de municipio en el que su desarrollo urbanístico fue espectacular precisamente entre parte de la citada década, muestra también de forma clarificadora lo que supuso el aumento del IBI entre 2004 y 2004. Si en el primer año de referencia el importe medio de un recibo de la contribución estaba en 56 euros, esta cuantía se disparó hasta los 156,6 en diez años. Es decir, repercutió en cada vecino una subida media de 100 euros, o lo que es lo mismo un aumento en los recibos que fue del 180%. El Concello pasó de ingresar poco más de 1,5 millones de euros a los 3,57 de hace ahora dos años.

La subida en Silleda fue de 36 euros en los recibos que los ciudadanos pagan en la oficina del ORAL. Partía de un promedio de 82 euros anuales que se incrementaron hasta los 118 en diez años. La recaudación para el Concello pasó de 438.000 euros a casi 869.000.

Un 126% más abonan los cruceños por la contribución en este tiempo, pues el valor medio partía de 44 euros al año y subió hasta los 99,5. Los ingresos para la administración local aumentaron desde los 177.000 a los 414.600 euros.

Rodeiro es, porcentualmente, donde más subió la contribución urbana, y lo hizo en un 221%. El promedio de lo que pagaba un vecino pasó de 37 a 119 euros. En Agolada la subida está en 29 euros al año, para llegar hasta 93 euros. En Dozón el alza es del 32%, pasando de abonar de IBI urbano una media de 34 a 45 euros.

En A Estrada, un territorio semejante a Lalín, pero con casi 8.000 recibos menos pasados al cobro, el alza en la contribución es del 82%. Con muchos menos inmuebles que la capital dezana, el IBI medio pasó de 75 a 136 euros anuales. Sus ingresos pasan de 1,1 millones a algo más de dos. En Forcarei, por ajustes del padrón al alza, el Concello sube los ingresos, pero se reparten entre más contribuyentes. Por el precio medio baja de 48 a 28 euros. En Cerdedo el incremento es del 123% y el recibo pasa de 39 a 87 euros al año.

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