La trabajadora social del centro de salud de A Estrada, Milagros Núñez Vidal, también es autora del protocolo de abordaje integral de la violencia de género de Atención Primaria de A Estrada. A ella le derivarán todos los profesionales del ambulatorio los posibles casos que detecten en sus consultas. Como Sánchez Castro, también ella hace autocrítica. "Hay muchas cosas hechas" pero aun hay "poca efectividad". Subraya que para los próximos 5 años se pretende que "todos los campos" vinculados con la atención a la violencia de género trabajen de forma activa y proactiva".
-¿Cómo mejorar la lucha contra la violencia de género?
-Es fundamental hacerlo desde la educación, ya con los alumnos de Primaria y Secundaria. Y también desde los servicios disponibles para la población y desde los diferentes programas planteados por la consellería. Hay que ser efectivos a la hora de coordinar el trabajo. Sabemos que el ámbito sanitario es uno de los pilares básicos a la hora de recibir los casos de violencia de género. Desde el centro de salud se intenta trabajar de manera biopsicosocial.
-¿Y cómo lo hacen?
-Ofreciendo una atención primaria e integral. Hay que trabajar desde las consultas de médicos, enfermería y trabajo social. En cuanto hay una sospecha de violencia de género focalizamos el núcleo en la trabajadora social para que podamos trabajar con los distintos servicios ligados a ese tema. En A Estrada tenemos el CIM, que dispone de asesoramiento psicológico y social. Ofrece psicóloga y abogado. Tenemos que hacer que los casos lleguen al CIM.
-¿Actúan por denuncia, al ver lesiones o incluso por indicios que les llevan a sospechar?
-Sí. A estas alturas todos los profesionales tenemos claro que en cuanto hay una sospecha y riesgo de violencia de género hay que comunicárselo a las autoridades. Lo contrario es poner en riesgo a la mujer.
-¿Qué balance hacen de estos años y cómo se proponen mejorar?
-Al evaluar los primeros 5 años nos fijamos en que focalizamos toda la atención en la mujer maltratada y los menores. El chequeo en ese ámbito es positivo. Tenemos claro que los profesionales tenemos que hacer una tarea proactiva, que no deje escapar ningún tipo de caso que se nos pueda presentar, independientemente del deseo de quien lo plantea. Aunque diga "no quiero que salga de aquí", tenemos la obligación de actuar. Pero nos hemos dado cuenta de que dejamos de lado el tema del maltratador. Más allá del calabozo, la orden de detención o la orden de alejamiento, hay que empezar a trabajar con el maltratador para evitar la situación de maltrato. Intentaremos hacerlo a partir de ahora.
