La Iglesia lalinense se pronunció ayer sobre la moción que el cuatripartito llevará al próximo pleno para "promover la libertad de conciencia y la no confesionalidad institucional" del Concello de Lalín. Marcos Torres, vicario parroquial, delegado episcopal en la comarca, y párroco de Donsión, Donramiro y Bendoiro señaló que "me parece una moción innecesaria porque creo que no viene a cuento". "Tenemos que defender la libertad de cada ciudadano, y para eso está el Estado aconfesional, y por eso creo que se trata de una redundancia el incidir en este tipo de cuestiones", apunta Torres. El vicario parroquial insiste en que "la aconfesionalidad significa que el Estado no tiene religión, pero eso no implica que no sea algo positivo para los ciudadanos".

En cuanto a la posibilidad de que la iniciativa pueda enrarecer las relaciones institucionales entre el poder político local y la institución católica, Marcos Torres quiso aclarar que "esto ni va a enfriar ni tampoco calentar nada porque me parece que todo esto muy surrealista". En este sentido, el sacerdote lalinense también recordó que "el pueblo gallego, y, por lo tanto, también el lalinense, no se entiende sin la fe, porque es parte de nuestra identidad y de nuestra historia". Torres quiso profundizar en el hecho religioso entroncado con la conciencia de cada persona para terminar diciendo que "esto es algo que no depende de ningún gobierno de ningún tipo". "Como decía Jesucristo, al César lo que es del César, pero también a Dios lo que es de Dios", apunta, en referencia a un asunto que piensa carece de interés para los vecinos de Lalín. "A la gente de la calle le importan un comino este tipo de cosas; a la gente lo que realmente le importa es poder llegar a fin de mes, el futuro de sus hijos o enterrar a sus muertos de la manera más digna posible", apostilla el vicario parroquial. Torres finaliza su valoración sobre la moción municipal haciendo memoria para señalar que "esto se ha repetido a lo largo de la historia cientos de veces desde los tiempos de Nerón, y la Iglesia sigue ahí".

El Obispado de Lugo declinó ayer pronunciarse sobre el tema "a la espera de acontecimientos". Lo cierto es que el titular de la diócesis lucense, Alfonso Carrasco Rouco, se encontraba ausente debido a su presencia en una reunión de la Conferencia Episcopal.

Entre las confesiones con presencia en la zona, la evangélica se mostró también crítica con la moción, mientras que no fue posible recabar la opinión de la islámica.