Las canteras musicales de Meaño y Silleda se citaron el domingo en Meaño. Lo hicieron para brillar en un concierto que congregó a trescientas personas y que sorprendió por el vigor y el aplomo de los chavales en la interpretación de un repertorio que, por momentos, emocionó al respetable. Fue en el marco del intercambio músico-cultural De banda a banda, que reunió a estas dos formaciones juveniles durante toda una jornada en la que compartieron ensayos, comida, deporte y concierto en torno al pabellón del CEIP As Covas de Meaño. Era la devolución de la primera parte del intercambio entre ambas agrupaciones, cuyo primer episodio tuvo lugar en Silleda el pasado verano, en aquella ocasión bajo la denominación de A dos bandas.
"Este tipo de eventos -explicaba Rafael Agulló, director de la Municipal de Silleda- son fundamentales para que los chavales crezcan como músicos y para soltarse porque, si se quiere triunfar en este mundillo, como yo les digo, tienen que dejar la vergüenza en el cajón de la mesilla de noche". "Además -añade-, con un estímulo muy grande para ellos: El conocer a otra gente, el tocar al lado de un compañero de otra banda que toca el mismo instrumento que tú, y fijarte como hace las cosas, en definitiva, aprender también de él".
Diego Javier Lorente, director de la banda juvenil de Meaño, destacaba que este tipo de encuentros "hacen que los chavales, no sólo toquen juntos, sino que también vivan la música". Por otra parte, agrega,"permite abordar juntos obras más densas en cuanto a su intensidad sonora, que una sola banda no podría, lo que redunda en la calidad y en la sonoridad que percibe el público".
La historia de este intercambio es también la de una amistad entre ambos directores. "Conocí a Rafael aquí en Galicia en 2006 -afirma el director murciano de la banda meañesa-. En su día, cuando estudiábamos, compartimos profesor en Valencia y, cuando dirigí por primera vez en Galicia, precisamente, lo hice como director invitado en la banda de Silleda". "De hecho -apostilla-, mi vinculación con Silleda es tal que, como músico, estoy federado allí y toco con ellos de cuando en vez".
La Banda de Silleda llegaba poco después del mediodía y, tras la recepción, tomaba en relevo en el ensayo que había realizado antes la banda meañesa. Tras el almuerzo en el propio pabellón -a base de tortilla, empanada, pizza y refrescos-, tiempo para el ocio, fútbol y baloncesto en los aledaños. A media tarde segundo ensayo de la jornada, previo ya al concierto, el cual comenzaba a las siete de la tarde y que congregó a tres centenares de personas en la grada.
Tablas interpretativas
El mismo puso de manifiesto -amén de la falta de una instalación en Meaño con calidad sonora para albergar este tipo de eventos- la ingente cantera musical que reúnen estas dos localidades. Ayer eran casi un centenar de músicos con edades entre los 7 y los 16 años los que copaban el pabellón y a buena fe que demostraron sus tablas interpretativas en un concierto que hizo la delicias del respetable. "Y es este cuidar la cantera es por donde pasa el futuro en cuanto a calidad de las bandas de música en Galicia -reconocía Rafael Agulló-, con gente que sienta su banda como algo suyo, y en este sentido Meaño y Silleda lo tenemos claro". Tal es así que Silleda hizo ya una reestructuración hace unos meses subiendo a una veintena de chavales a la banda sénior; y, en Meaño, Lorente prepara otra similar "para liberar a algunos niños que están muy saturados porque comparten varias bandas y grupos de la escuela".
El concierto lo abrió la Banda Infantil de Meaño con Mi primer pasodoble (Antonio Campillo), Beethoven Forever (basada en la quinta sinfonía del compositor alemán) y Mystic Legacy, de Larry Clark. Luego, turno para la Xuvenil de Silleda, que interpretó Barco Pirata, de Postiguillo, Eolo, el rey, de Ferrer Ferrán, y Man, obra que el rianxeiro Antón Alcalde compuso en homenaje a las personas que trabajaron en la catástrofe del Prestige. Por su parte, Xuvenil de Meaño deleitó con Impresions, de Andrés Álvarez, la banda sonora de la película La Roca (Hans Zimmer) y El pájaro de fuego (Stravinsky). Para cerrar, las dos formaciones juveniles tocaron juntas, alternándose en la dirección Agulló y Lorente, interpretando la banda sonora que Vangelis compuso para la película 1492, la conquista del paraíso y el Supercalifragilísticoespialidoso de Mary Poppins.
El evento se enmarcaba dentro de la programación del Mes da Música, que celebra el Concello de Meaño desde hace más de una década.
