La relación entre José Crespo y el alcalde, Rafael Cuiña, sufrió un deterioro por ahora irreversible esta semana. El mandatario anunció la ruptura de relaciones con el Partido Popular de Lalín y con su portavoz por haber sacado a la palestra del debate político la figura de su padre, el expolítico popular Xosé Cuiña. Preguntado ayer por estos episodios de tensión, José Crespo negó que ni él ni nadie del su partido en Lalín arremetiese contra el padre del alcalde, del que cree que está utilizando la figura de su progenitor para sacar rédito político. "Es espúreo que trate de usar así la figura de su padre. Por cada momento que pasó con él, yo pasé horas y por cada disgusto que yo pude darle, él le dio una docena", declaró Crespo. El portavoz del PP, al que Rafael Cuiña le pidió que se disculpase por lo que consideraba ataques a la memoria de su padre, una persona fallecida, indicó que en tiempos pasados los dictadores trataban de tapar problemas internos "con conflictos externos".

Sobre las acusaciones del alcalde y su gobierno de supuestas prácticas irregulares en la gestión, José Crespo desveló que al finalizar el último pleno pidió una copia de los documentos aludidos por el regidor sobre listados de afines en procesos de contratación, así como los cargos públicos que supuestamente los recomendaban. Mediante un decreto de la Alcaldía el grupo popular fue informado que por el momento no iba a tener acceso a los papeles localizados por el gobierno local en el consistorio. "No puede darme 72 horas para que aclare algo y a la vez no saber de qué se me acusa. Así no puedo defenderme", dijo Crespo.