Investigadores del Grupo de Estudios da Prehistoria no Noroeste Peninsular (GEPN) del Área de Arqueoloxía de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) suman al menos tres castros a los 26 ya catalogados del rural estradense. Así lo explicó el investigador Estevo Amado Rodríguez, encargado de coordinar el proyecto de recuperación de la cultura castreña de A Estrada que están poniendo en marcha conjuntamente el Concello y el citado grupo de la USC.

Esos tres nuevos castros son los de Friamonde (Callobre), Aldea Grande (Ribela) y Trascastro (San Xurxo de Vea). Este último se localizó mientras que se efectuaba la concentración parcelaria. Estevo Amado señaló que completar el catálogo de castros existentes en el municipio para poder protegerlos y así evitar su destrucción será uno de los objetivos del proyecto.

Para que este tenga "garantías de continuidad" se pretende implicar a los estradenses. Y al menos representantes de siete de la veintena de parroquias convocadas por la Concellería de Turismo que dirige el edil Óscar Rancaño a la reunión que, en la noche del miércoles, marcó el inicio del proyecto acudieron al Museo da Madeira e do Moble para conocerlo. Allí estaban miembros de Amigos do Castro de Barbude, de Codeseda Viva y también de colectivos vecinales y culturales de Guimarei, Matalobos, Ouzande, San Miguel de Castro y Santa Cristina de Vea.

Acompañado por la coordinadora de la Sección de Castrexo de la USC, Pepa Rey, y por otros investigadores del grupo GEPN, Amado indicó que su intención es establecer un diálogo con los estradenses y mantener una "relación estrecha" que se traduzca en una interacción fructífera en el intercambio de información. Agregó que se proyecta realizar un estudio de la situación de todos los castros de la Edad del Hierro existentes en el Concello. Los trabajos ya han comenzado con un vaciado bibliográfico que pretende recopilar datos de fuentes bibliográficas tan contrastadas como Antonio Fraguas, Fermín Bouza Brey, Olimpio Arca Caldas y Manuel Reimóndez Portela así como de los resultados obtenidos de la intervención que en 1986 realizó Xulio Carballo Arceo en el Castro de Castrovite.

Su intención es comparar todos los datos obtenidos con el catálogo de Patrimonio ya que todavía hay entre 3 y 6 yacimientos que estarían en un "limbo". No se sabe con exactitud si están repetidos o no. Así se hará, por ejemplo, en el caso de Loimil. Hay referencias a un castro en la parroquia y se pretende saber si se trata de uno desconocido o del conocido como Castro Lóbrigo, que en los mapas figura dentro de Silleda pero está radicado entre Loimil y Dornelas. También se quieren estudiar yacimientos de Ribela y Tabeirós, por ejemplo.

Además de realizar un trabajo de campo para examinar los yacimientos, los investigadores también proyectan aportar tecnología Lidar. Esta herramienta permite prospectar sin excavar, realizando algo similar a una ecografía de la superficie terrestre.

El objetivo de todo ello es elaborar un listado de los yacimientos y datarlos, viendo qué tecnología usaban sus habitantes y cómo vivían. Partiendo de ahí se impulsaría la difusión de esos conocimientos mediante un catálogo publicable, guías educativas y la realización de visitas guiadas. En el caso concreto de Barbude -que el miércoles se vio con tecnología Lidar- se plantea intervenir limpiándolo y señalizarlo para que sea visitable.