Una avería en el depósito de Gas Natural afectó a este servicio en el núcleo urbano de Lalín. Los cortes fueron detectados por los vecinos a primera hora de la mañana y en algunos casos el olor a gas en el interior de las viviendas desencadenó llamadas de alerta a la empresa, que dio instrucciones a los clientes hasta que no se desplazasen a los domicilios los técnicos de averías. La empresa, que llegó a contactar con el ayuntamiento, indicó que el problema fue generalizado y afectó a toda Galicia, debido a las fuertes tormentas de la pasada madrugada.

En el caso de la capital dezana, según explicaron algunos de los técnicos que visitaron los domicilios, la avería fue detectada de madrugada y desde las 6.00 horas de ayer se trabajó en el depósito situado en Lagazós para restablecer los mecanismos electrónicos y normalizar el suministro a los centenares de clientes que Gas Natural tiene en el núcleo urbano y en la periferia de Lalín. Algunos de los vecinos se toparon con la incidencia nada más despertarse y tras detectar un olor a gas en el interior de sus hogares, sobre todo en las zonas en las que están colocadas las calderas. Ahí comenzaron a producirse llamadas a los números de teléfono de averías, una vez que algunos de los clientes mostraron su temor de que se tratase de una fuga y que pudiese originarse un grave problema por escapes de combustible. A medida que los técnicos visitaban los domicilios informaban a los clientes de que en ningún caso se produjeron fugas, sino que por una caída en el suministro las calderas al encenderlas activan un ventilador que evacúa el posible residuo sobrante, de ahí que se desprendiese este olor que causó temor entre muchos de los afectados.

En las llamadas de alerta a la empresa, sus técnicos indicaban por teléfono a los clientes que abriesen las ventanas por precaución hasta conocer a qué se debía la avería, además de no activar ningún mecanismo eléctrico de la vivienda. Solo en casos de que algunas luces o electrodomésticos estuviesen ya encendidos, que no se apagasen, pero que no se pusiesen en marcha más, atendiendo así al protocolo de seguridad establecido. Tanto los técnicos de la empresa como otros de otras firmas se vieron desbordados por las llamadas de alerta y algunos de los avisos comunicados a las 8.30 horas no fueron atendidos hasta cerca de las cuatro de la tarde. Los profesionales, en estas visitas, comprobaban las acometidas a los edificios, así como posibles incidencias en las calderas. Al perder toda la presión algunos hogares se quedaron sin agua caliente y otros no activaron el agua por precaución y según las indicaciones ofrecidas por parte de la empresa.

A última hora de la mañana Gas Natural comunicaba al Concello que el servicio había sido restablecido y que funcionaba con normalidad. No obstante, explicó que en algunos casos fue preciso apagar y encender las calderas o cebar aquellas que lo precisasen para que el abastecimiento llegase de nuevo correctamente. Durante la tarde los técnicos realizaron en los hogares las comprobaciones en los mecanismos a los usuarios que habían avisado a la compañía de incidencias.