En año y medio, el cielo ha descargado tres veces su furia sobre A Estrada. A finales de 2014 un rayo impactó contra un inmueble en la Rúa Iryda y el domingo dos relámpagos cayeron sobre la casa consistorial y el Edificio de Usos Múltiples. Afortunadamente, los tres incidentes solo ocasionaron daños materiales, aunque cuantiosos. En 2014 como ahora, los estradenses miran al cielo buscando protección. En el entorno en el que se produjeron estas tres descargas eléctricas existen varias lanzas llamadas a canalizar a tierra la fuerza de la tempestad.
El consistorio, el Teatro Principal, el Edificio de Usos Múltiples o la iglesia parroquial de San Paio, todos ellos edificios situados en el entorno más céntrico de A Estrada, tienen sobre sus cubiertas un pararrayos. A simple vista, el ojo inexperto los encuentra muy similares, un pararrayos convencional, de carácter pasivo, que no ofrecería una gran protección a su alrededor pero que permitiría canalizar la descarga eléctrica a tierra, en el caso de que funcionen como deben, de modo que el rayo no genere daños ni a personas ni a construcciones.
Las características de los pararrayos localizados en estos inmuebles públicos semejan similares, con un mástil mecánico con un cabezal de diversas formas. Este estaría unido a la toma de tierra por medio de un cable conductor. Este último el que ha generado la polémica en A Estrada, al surgir voces desde hace tiempo que advierten de que este cable estaba cortado.
Sea como fuere, el caso es que el cable en cuestión fue encontrado tras la descarga del domingo en el suelo. La duda está en si los daños causados se relacionan a una carga excesiva o a su mantenimiento.
Se dice que es más fácil que te caiga un rayo encima que te toque la lotería. En A Estrada han caído tres en año y medio. Quizás vaya llegando el momento de que los estradenses hagan piña para probar suerte con el Euromillón o la Lotería de Navidad.
