La caída de sendos rayos sobre la cúpula de la casa consistorial y el Edificio de Usos Múltiples pillo el domingo a la administración municipal con el pie cambiado. Y es que, según se confirmó ayer el alcalde de A Estrada, el ayuntamiento "nunca en su historia" ha tenido seguro que cubra los desperfectos que puedan registrarse en las dependencias municipales, aunque sí dispone de seguro de responsabilidad civil que cubriría cualquier daño a terceros. A mayores, el ayuntamiento se está viendo envuelto en el debate sobre si su pararrayos es o no válido.

En relación al seguro, José López apuntó que hace unos meses el gobierno pidió presupuestos a distintas compañías para dar cobertura a los distintos edificios de la administración local. Incidió López en que estas no estuvieron nunca aseguradas y que el ejecutivo decidió poner punto y final a esta situación incorporando una consignación en los presupuestos de este año. La cifra que se baraja para esta cobertura se sitúa en los 10.000 euros anuales, a la que el Concello pretende sumar la de otra póliza de seguros ligada a la organización de eventos deportivos.

Otro rayo hace año y medio

A poca distancia de donde cayeron el domingo estos dos rayos y hace solo año y medio se encuentra el antecedente más inmediato de daños por una descarga eléctrica en el casco urbano. Fue en noviembre de 2014 en la céntrica Rúa Iryda. El relámpago entró entonces por el tejado de un inmueble, de tres pisos y bajo cubierta, ocasionando un boquete y afectando a una esquina de la estructura de la cubierta. La casualidad y la fortuna quisieron que en ese momento -como sucedió el domingo con el consistorio- el inmueble se encontrase vacío, de tal manera que únicamente hubo que lamentar daños materiales.

Entonces como ahora voces vecinales denunciaron que el pararrayos del ayuntamiento estaba desconectado, una teoría que en las últimas horas no dejó de circular en la villa y a través de las redes sociales. Aunque ayer defendió que el pararrayos del consistorio cumplió el domingo su función, en 2014 el alcalde reconoció que no estaba conectado.

"Los pararrayos funcionaron perfectamente, los dos", dijo ayer López Campos, en alusión a los elementos existentes tanto en el edificio del ayuntamiento como en el que durante décadas fue sede de la biblioteca.

Desde el Concello se explicó que el pararrayos existente en lo alto de la cúpula del consistorio es de carácter "pasivo". Se indica que, en realidad, se trata de una punta Frankling que conduce la tensión del rayo a la tierra. Al parecer, el relámpago entró el domingo por esta lanza, que no tendría -en base a las explicaciones ofrecidas ayer- tanto la función de atraer los rayos como de minimizar sus efectos. Tras la descarga, el cable asumió la tensión que pudo pero terminó rompiendo y pudo ser encontrado en el suelo.

No obstante, otras voces ciudadanas insistían ayer en el que cable se encontraba cortado.

Desde el grupo municipal del PSdeG-PSOE se quiso hacer una reflexión al respecto. Considera el principal grupo de la oposición que el pararrayos pudo no funcionar "de forma adecuada". "Halamos de daños materiales pero si fuese en jornada laboral hablaríamos de otra cosa", apuntó la edil Belén Louzao. Destacó que "hace año y medio se reconoció que no funcionaba de manadera adecuada". Exige el PSOE una evaluación del dispositivo y que se ponga a funcionar el pararrayos con garantías de protección y seguridad. "Es una negligencia que no se tenga hecho ya", consideró la portavoz del grupo socialista.

Además del consistorio, otros edificios públicos están coronados por un elemento de similares características que, por sus condiciones de altura y materiales, tiene una mayor capacidad de atracción de los rayos, con la supuesta pretensión de canalizar su descarga a tierra. Es el caso del Teatro Principal, el Edificio de Usos Múltiples o el propio templo parroquial de San Paio de A Estrada.