-¿Hasta que punto es la Calvo Sotelo la milla de oro estradense para los bajos comerciales?
-Puede parecer que es así pero hay que mirar más allá y analizar muchas cosas en esa zona de A Estrada, porque engaña. Fijándote ves que la mayor parte de la gente camina siempre subiendo por el margen izquierdo. No es lo mismo un local en un lado que en el otro. No hay ningún secreto. Simplemente es que de un lado estás más protegido de la lluvia y del sol y del otro no.
-Hablamos de una zona que además se estudió peatonalizar.
-Sí y para mí es una barbaridad que la Calvo Sotelo todavía no esté peatonalizada. Esta calle y su conexión con Justo Martínez hacia el Concello debería ser peatonal. Debería ser una medida a tomar pero los comerciantes no lo quieren ni lo ven una buena opción. Debemos darnos cuenta de que A Estrada ahora mismo no tiene una gran industria ni tampoco construcción. Vive en gran medida del pequeño comercio, muy valorado. Debería mirarse de potenciarlo.
-¿Los precios de esta zona son muy superiores al de otras?
-Es cierto que los precios en esas calles están desorbitados. La mejor parte sería la que va desde la Farmacia Madriñán hasta la esquina del Faro de Vigo por la Calvo Sotelo. A partir de ese cruce hacia arriba la calle se abre y se hace menos acogedora. Está más desprotegida. Si tuerces sin embargo hacia el Concello estaría la Justo Martínez, que coge vida porque es la inercia del paseo. La gente va desde la Calvo Sotelo a los jardines pero son menos los que suben hasta A Farola. En cuanto al precio, en nada se paga por encima del mercado, aunque haya demanda en la zona. Hay que desengañarse.
-¿Y las dos galerías?
-Yo las veo inservibles a día de hoy. Un centro comercial es un sitio al que la gente va a quemar la tarjeta pero la gente no va a unas galerías a eso. O el paseo te lleva por allí o no sirve. Las San Antón tienen un reclamo con el Gadis pero las 2.000 no, así que la gente no pasa por allí.
