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Corazón de tinta

El estradense José Antonio Vázquez "Nene" tiene cubierto el 90 por ciento de su cuerpo con más de 120 tatuajes

Corazón de tinta

Nene es mecánico, dj, jugador de fútbol gaélico, modelo y mucho más. Este incansable estradense destaca sin embargo entre los demás por una peculiaridad, su tatuado cuerpo. Para él, esta pasión por el tatuaje va más mucho más allá de ser una afición, es "una forma de vida" que lo lleva a buscar a los mejores profesionales del mundo para llenar un cacho más de su cuerpo con una creación única que lo acompañe durante el resto de su camino.

El estradense recuerda que su primer tatuaje se lo hizo cuando solo tenía catorce años. Fue un tribal, un tipo de dibujos que por aquel entonces estaba muy de moda. A sus 33 años, a Nene le cuesta calcular el número total de tatuajes que tiene. Según explica, la última vez que se puso a contarlos llegó hasta los 120, aunque en esa cantidad no figuran los pequeños, aquellos con los que llena los huecos que se generan entre los más grandes. Del cuerpo solo le quedan por tatuarse varias zonas de la espalda, zonas que tiene previsto comenzar a cubrir el próximo mes de septiembre. Al margen de eso, su única parte sin tatuar es la cabeza. Según sus estimaciones, actualmente tiene tatuado el noventa por ciento de su cuerpo, el 85 si se tiene en cuenta la cabeza.

De todos sus dibujos, Nene tiene claro cual es su favorito, uno creado por El Monga en Barcelona. Según explica, se trata del mejor tatuador en el estilo "tradicional". A él le encargó un faro que luce en su pierna. El estradense explicó que adentrarse en el mundo de los tatuajes te lleva a descubrir diferentes estilos y también a conocer los mejores tatuadores dentro de cada uno de ellos. "Te vas informando y buscas al mejor dentro de cada estilo. En mi caso me gusta tener algo de cada estilo", explica.

Japonés, neotradicional, realista, tribal, mahorí... Son muchos los estilos que se mueven en el mundo del tatuaje, aunque el estradense prefiere por encima de todos el tradicional. "La mayor parte de la gente prefiere el japonés, porque tiene la ventaja de que puedes ir sumando nuevas partes al tatuaje. Es más fácil ir aumentando. Ahora la juventud está tirando más hacia el neotradicional", afirma. A pesar de no ser su estilo favorito, Nene cuenta también con un tatuaje realista del conocido tatuador Máximo Lutz. Su tatuador de confianza es sin embargo Dani, del Sagrado Corazón de Santiago.

El estradense se ha ido además adentrando en un mundo que lo lleva a recorrer las convenciones y reuniones sobre tatuajes que se celebran en diferentes puntos de España y Europa. "Poco a poco te vas informando y empiezas a viajar y a acudir a convenciones. Usas internet y las redes sociales para saber más y compartes información y sugerencias con otras personas a las que también les interesa", relata.

"Como una droga"

Nene luce orgulloso el cuerpo que ha ido personificando con los tatuajes que ha ido escogiendo a lo largo de su vida pero reconoce que todavía no ha llegado el momento de parar. "Cuando estás tan tatuado llega un momento en el que ya no te gusta ver un espacio en blanco. Una vez te enganchas, es como una droga", afirma. "Buscas llenar todo pero tambien dejas algún hueco para poder tatuarte más adelante. A los cincuenta también te gustará tener un espacio. Muchos los hacen. En mi caso los tatuadores me dicen que tengo que ir dejándolo pero todavía me quedan algunos por hacer. Conozco gente que incluso se borra los tatuajes para poder hacerse otros nuevos", añade.

El estradense reconoce que le habría gustado dar el salto al otro lado en su afición y convertirse en tatuador. "Es algo que pensé y que quise pero por desgracia se me da muy mal dibujar. El que sabe tatuar bien es aquel que tiene una gran habilidad para dibujar", lamenta.

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