Los propietarios de fincas con árboles están obligados a podarlos en caso de que invadan otros predios. Pero más serios son los casos en los que la desidia o desconocimiento de sus dueños provoca casos como las ramas que invaden el cierre perimetral del cementerio de A Romea de Lalín. Estas ramas pasan ya por encima del muro y podrían afectar a la seguridad del mismo, cuestión en la que repararon algunas de las personas que acuden con cierta frecuencia al conocido como cementerio nuevo de la capital dezana.
Los árboles están ubicados en la propiedad hacia la que iba a ampliarse este espacio público, proyecto que fue de momento frenado por el grupo de gobierno al entender que todavía existe un pequeño espacio en el que levantar nuevos panteones. La finca está al lado de la carretera que une A Romea con Botos y Donsión, cerca del puente de la autopista y del segundo tanatorio.
