El Partido Popular no desaprovechó ayer la ocasión de meter el dedo en la llaga de la primera gran crisis del cuatripartito que gobierna Lalín. La formación que lidera el exalcalde José Crespo califica de "impresentables" las "luchas cainitas" que están protagonizando dos de las agrupaciones que integran el ejecutivo: APAC y BNG. La plataforma ciudadana se opone rotundamente a la concesión de una cuarta dedicación exclusiva al edil nacionalista Francisco Vilariño. Sería de 28.000 euros brutos al año, como la que cobra Miguel Medela. Las otras dos corresponden al regidor, Rafael Cuiña (47.227 euros brutos), y a su teniente de alcalde, Nicolás González Casares (46.227).

El cisma abierto confirma las sospechas de los populares de que el cuatripartito "no funciona como la balsa de aceite que pretendía vender el alcalde", sino como "un matrimonio de conveniencia en el que sus intereses personales y particulares están por encima de las necesidades de los vecinos". Crespo culpa a Cuiña del "bochornoso espectáculo" protagonizado por sus socios de APAC y BNG, a raíz de una "decisión suya" que pretendió "colar" a la ciudadanía "por la puerta de atrás" en plena Semana Santa y sin consultar siquiera con sus compañeros de gobierno. Especial preocupación muestran los populares con las acusaciones de la agrupación de electores, que confirmarían sus propias denuncias de que el regidor otorga la dedicación exclusiva a Vilariño "para pagar un precio político, que garantice su estabilidad personal". "Aún más inquietos nos dejan las acusaciones de la plataforma de que esta decisión se tomó de un modo clandestino y atentando a los principios de honestidad y transparencia", añaden desde el grupo municipal del PP.

A su juicio, las declaraciones efectuadas por APAC en su incendiario comunicado del pasado sábado son "incompatibles con la limpieza moral y política que se atribuye el regidor" y lo sitúan en donde siempre lo han hecho ellos: "Como un personaje que no duda en manipular y mentir para mantener un equilibrio que todo Lalín sabe que va contra natura", expresa Crespo.

Los populares dicen sentirse "engañados" respecto a lo que Rafael Cuiña proclamó en julio en cuanto a las cuantías de las dedicaciones y, especialmente, a las justificaciones ofrecidas para el sueldo del socialista González Casares. Consideran "un exceso y un despropósito" que cobre solo mil euros menos que el alcalde, "simplemente por ser su cuñado". El PP critica que el gobierno pretenda duplicar las dedicaciones con respecto al anterior, que las había reducido a dos para adecuarse a los tiempos de una crisis que entiende que todavía no ha pasado.

Los populares exigen al alcalde que dé "explicaciones urgentes y detalladas" de todo lo sucedido y que aclare el modo de funcionar de su ejecutivo. Consideran "especialmente grave y sangrante" que haya socios del propio gobierno que opinan que "hay concejales que están solo para figurar". "Cuiña debe explicar a todos los lalinenses a los que engañó el porqué de las graves acusaciones vertidas desde la agrupación de electores de la que forma parte su socia [Lara Rodríguez Peña] y en las que tildan su proceder de clandestino y falto de transparencia", subrayan.

Desde el Partido Popular aguardan que el regidor sea capaz de "extinguir esta guerra civil larvada" que, a su entender, demuestra que la "bisoñez e insensatez" que siempre ha reprochado a Cuiña y a su equipo "es aún más importante de lo que se podía sospechar". "Compromete la seriedad, la capacidad de trabajo y la gestión del equipo que se atribuyó el pilotaje de Lalín en uno de los momentos más complicados de su historia", alerta.