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Alertan de daños en la estructura de la Ponte dos Cabalos

Uno de los arcos tiene una brecha entre los sillares y al otro le faltan piezas de la base

Una brecha separa los sillares de uno de los arcos. // Elixio Vieites

Hace nada menos que seis años, en 2009, los Concellos de Agolada y Lalín trasladaban al entonces conselleiro de Cultura, Roberto Varela, el mal estado en que se encontraba la Ponte dos Cabalos, la única de las seis pasarelas medievales que unían Deza y Antas de Ulla y que se mantiene en pie. Ese mismo año desde Amigos dos Pendellos de Agolada se cursó una invitación al director xeral de Patrimonio, Juan Manuel Rey, para que visitase el enclave y valorase por sí mismo la necesidad de una intervención.

En todo este tiempo la Xunta ha obviado este pontón entre las parroquias de Parada y Gurgueiro, a pesar de que impulsó diversos proyectos para recuperar puentes históricos. Y la Ponte dos Cabalos bien merece una reforma. Se construyó en el año 970 -el sillar con la fecha de edificación yace en el lecho del río- y para usarla había que pagar un peaje en la parroquia de Parada, de ahí el topónimo del lugar, y donde aún se conserva el postigo del portazgo, mientras que el del lado agoladense ya se ha perdido.

Y se perderán más piezas, si la Xunta no lo remedia. En el proyecto www.patrimoniogalego.net, Elixio Vieites hace constar daños en la estructura que, a medio plazo, podrían dar a la Ponte dos Cabalos el mismo destino que las otras cinco pasarelas medievales: el derribo. En uno de los arcos se abrió una brecha que, poco a poco pero de forma constante, va separando los sillares. En el otro arco, una de las piedras de la base se movió, por lo que es posible que las demás también terminen desplazándose. El puente no presenta maleza y el acceso desde el lado lalinense está rozado, pero la pista de Gurgueiro en su momento se cubrió de zahorra y se ensanchó, lo que permite el paso de quads y todoterrenos por la pasarela. Ya en su momento, desde el ejecutivo agoladense se barajó la posibilidad de impedir el tránsito de este tipo de vehículos, pero finalmente no se materializó la prohibición. Vistos los daños que ahora atenazan la pasarela, el ejecutivo de Varela tendrá que tomar medidas. Y también sería conveniente que Agolada y Lalín volviesen a unir fuerzas para demandar una actuación a la Consellería de Cultura. El departamento de Román Rodríguez sí va a retirar la maleza de Ponteledesma, pero no tiene previsto, por ejemplo, frenar el deterioro de Ponte Sopena, en Camanzo.

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