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Los pescadores vuelcan sus expectativas en la temporada en base a las crecidas

-El aumento del caudal provoca la limpieza de los ríos y favorece el desove de la trucha -Temen que la bajada de temperaturas y la lluvia condicionen las primeras jornadas

La temporada de pesca arrancará el domingo. // Bernabé/Javier Lalín

Este domingo arranca la temporada de pesca de trucha en aguas continentales en Galicia que se prolongará hasta el 31 de julio. En la zona los pescadores ultiman ya sus pertrechos para aprovechar al máximo la primera jornada hábil. Las distintas sociedades y clubs de las comarcas coinciden al destacar las buenas expectativas que se dibujan para esta temporada, pero por el momento "son solo impresiones y habrá que comprobarlas una vez que estemos pescando".

Aunque las capturas aún pueden diferir mucho de las perspectivas iniciales, la temporada arranca mejor que el año anterior debido a las crecidas registradas en los últimos meses que han sido muy beneficiosas para los ríos, como apuntan los pescadores. Un incremento del caudal que ha permitido la limpieza de los cauces y a la par favorece el desove de la trucha, según explican. "Los ríos bajan con un buen caudal, recuperaron mucho con respecto al año pasado, pero otra cuestión es como resulte al final la temporada", explica el presidente de la Sociedad de Caza y Pesca de Lalín, José Luis Gil. "En general los ríos, están perfectos para pescar tanto con mosca como con cucharilla" apuntaban desde la directiva de Club de Pesca Castillo Ulla-Deza, de Silleda.

Los amantes de los lances miran estos días al cielo en busca de que el tiempo favorezca también el arranque de la temporada. "El frío puede condicionar mucho estas primeras jornadas así como si llueve" matiza Gil. Una opinión que comparten también desde otros colectivos fluviales de la zona.

Pero al margen de como se presente la jornada, este año la temporada en las comarcas suma también novedades con modificaciones en dos zonas: Carboeiro (Silleda) y Santeles (A Estrada). En el caso de Trasdeza, el río Deza estrena este año coto sin muerte, una modalidad que cada año suma nuevos adeptos. La Consellería de Medio Ambiente contempla la concesión de ocho permisos diarios para los 4,1 kilómetros de longitud de este coto que abarca a los municipios de Silleda y Vila de Cruces y que el año pasado figuraba como zona libre. Su límite superior queda fijado 30 metros aguas abajo de la minicentral de Saídres y el inferior en la desembocadura del río Orza. Por el momento, aún está pendiente de concretar quien se encargará de la gestión directa de este nuevo coto, tal y como comenta el presidente de la Sociedad de Caza y Pesca de Silleda, Jesús Caramés.

Mientras, el coto estradense de Santeles experimenta una ampliación de 250 metros pasando de los 1,63 kilómetros de longitud a los 1,88 kilómetros. Este coto, que afecta a A Estrada y Vedra, incrementa sus dimensiones en la parte superior, desde la presa de Louzao hasta el canal de Covelas.

Con el inicio de la temporada también vuelve a salir a relucir uno de los males endémicos que acusan los arroyos de la zona: la gran cantidad de basura que acaban acumulando. Una realidad que ponen de manifiesto ambas sociedades y que, además, intentan paliar realizando limpiezas en jornadas previas. "Cada vez los ríos están mas deteriorados, la presencia de plásticos y los vertidos relacionados con la agricultura terminan con ellos" explica Gil. En este caso, una de las zonas más afectadas por esta problemática es el coto del río Arnego, en Rodeiro.

También en Silleda denuncian la presencia de basura en el río. "Al margen de los plásticos y latas, que es lo más frecuente, también encontramos objetos grandes", detalla Jesús Caramés. "El año pasado sacamos hasta una lavadora y en la recogida que realizamos este año, que coincidió con la primera nevada, encontramos una persiana grande con toda la cinta".

Pero además, en los últimos años los pescadores también acusan la presencia de cormoranes, conocidos popularmente como cuervos marinos, que se han convertido en un importante devorador de truchas y un competidor habitual de los pescadores. "Cada vez está más extendida su presencia en la zona, sobre todo en Rodeiro, pero incluso en Lalín en el paseo del Pontiñas ya se han visto en más de una ocasión" detalla Gil. "Antes casi no se veían en esta zona y se asentaban más bien en espacios costeros pero es cada vez más frecuente verlos aquí" detalla. Es precisamente una de las quejas que más reiteran los pescadores.

Como uno de los pormenores a definir en estos días, las sociedades también han llevado a cabo ya los sorteos para los repartos de los cotos de pesca, con un número de licencias limitados. Tanto la sociedad de Lalín como la de Silleda acometieron este trámite ya en la semana pasada. En el caso de Lalín, participaron en este sorteo en torno a 60 socios de los 230 pescadores que tiene registrado el colectivo.

La pesca es una afición que goza de buena salud en la zona y que cada año gana adeptos tal y como verifican los clubes. Aunque no todos los socios optan por pescar en aguas de las comarcas y es que son muchos los que prefieren desplazarse a otras zonas en busca de capturas de mayor tamaño.

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