Cuando se habla de personas, se dice que la belleza ha de buscarse en el interior. Sin embargo, por muy poca vanidad que se tenga, el que más y el que menos trata de no descuidar en demasía su imagen exterior, aunque esta no sea más que una pincelada de la grandeza que lleva por dentro. Si se habla de vivienda, la cosa cambia. El feísmo urbanístico es algo que luce por fuera, bien sea por procurar primero que los fondos alcancen para asegurar el interior o porque se ha decidido apostar por la imagen de la casa puertas para dentro, sin mimar su apariencia externa.
El sábado entrará en vigor la reformada Lei do Solo de Galicia, al cumplirse un mes desde su publicación en el Diario Oficial de Galicia (DOG). Entre las novedades que incorpora la nueva normativa se incluyen mecanismos para acabar con la imagen de construcciones inacabadas existentes a lo largo y ancho de Galicia. Para forzar la conclusión de las obras exteriores, el texto incorpora un régimen de sanciones. Además, la ley recoge que serán los concellos quienes, de oficio o por instancia de cualquier interesado -mediante el correspondiente expediente y después de dar audiencia a los interesados- dicten las órdenes de ejecución que obliguen a los propietarios de bienes inmuebles a realizar las actuaciones necesarias para cumplir con los deberes recogidos en la normativa. Entre ellos figura la obligación de rematar las edificaciones para cuyo inicio obtuvieron licencia.
En A Estrada no son pocos los ejemplos de proyectos constructivos iniciados y nunca acabados. Dar un paseo por el casco urbano basta para encontrar varias muestras de esqueletos de hormigón. Lo mismo sucede si el recorrido se hace por el rural, donde también pueden encontrarse estampas de casas que todavía muestran el rubor de sus ladrillos. Todo ello acrecienta el feísmo paisajístico.
Aunque se reconoce la voluntad del Concello de A Estrada de acatar lo recogido en la nueva Lei do Solo, el gobierno local priorizará en un primer momento información a sanción. El alcalde, José López, indicó que la carga de trabajo del departamento de Urbanismo es en estos momentos alta y que, en la medida de las posibilidades, se emprenderá una labor informativa para explicar a los propietarios de viviendas con la fachada sin acabar las exigencias que contempla la nueva ley al respecto. Ya en el momento de traladar el anteproyecto de esta norma se había apuntando a que las sanciones para este tipo de casos podrían llegar a los 25.000 euros en 15 meses por desobediencia de la sanción. La amonestación inicial sería de 1.000 euros en el primer trimestre.
El edil estradense de Urbanismo, Alberto Blanco, explicó que el sentido de esta normativa es luchar contra el feísmo. Apuntó que el Concello está de acuerdo con la necesidad de corregir este tipo de imágenes y señaló que, "dentro de sus posibilidades, el Concello hará cumplir la ley." Comenzará con pedagogía y se la trasladará a los propietarios.
