La repercusión del impuesto de plusvalías en los municipios de las comarcas que lo aplican es muy desigual. Una muestra de ello es que de los 1,3 millones ingresados por Lalín, Silleda, A Estrada y Forcarei en seis años, el 62% del dinero llegó solamente a las arcas públicas de la capital dezana. Entre los años 2009 y 2014 las operaciones sobre el incremento del valor de los terrenos urbanos dejaron en Lalín 821.800 euros. En los presupuestos del pasado año y, pendiente de ver lo que arroje la liquidación, se consignaron 90.000 euros. El desglose por anualidades es el siguiente: En 2009 el ingreso fue de 100.000 euros, 2010 (69.450), 2011 (114.540), 2012 (79.998), 2013 128.523 y hasta 329.360 hace dos años.

Casi la mitad obtuvo en este período A Estrada; en concreto 444.141 euros. Fue en 2010 cuando más recaudó por plusvalías, con 123.300 euros, mientras que en las cuentas del año pasado la previsión era de 46.000. Muy por debajo de las dos capitales de comarca aparece Silleda, con 36.910 euros en cuatro anualidades. 2011 fue, con 11.106 euros, cuando más dinero percibió. En los tres siguientes las sumas son de 8.716, 7.534 y 9.535 euros respectivamente. Más altas fueron las transferencias recibidas por Forcarei al no contemplar las mismas bonificaciones. Por estas operaciones el ayuntamiento logró en estos seis años un total de 21.750 euros.