La nueva Política Agraria Común ya no contempla como requisito para las ayudas el número de cabezas de ganado de cada explotación, sino la base territorial de que dispone cada granja para reducir sus costes de producción y caminar hacia una agricultura y ganadería menos lesivas para el medio ambiente. Este sistema, que estará en vigor hasta el año 2020, debería incrementar el precio de la tierra en las comarcas, donde se aglutina buena parte de la actividad agrícola de la provincia. Pero no es así. En la práctica, el progresivo abandono de la actividad agraria -ligado a la falta de relevo generacional en el rural- explica que entre los años 2012 y 2014 el precio de las parcelas de cultivo haya bajado entre 158 y 2.511 euros por hectárea, en función del tipo de parcela. Aún así, el secretario comarcal de Unións Agrarias, Román Santalla, señala que el precio de la tierra en las comarcas es el triple del de Francia y duplica a los valores que se barajan en Castilla y León.
Las tierras más caras en la provincia son las que se destinan a labradío de regadío. Así, en 2014 cada hectárea se pagó a 28.590 euros, lo que supone un descenso de 1.658 euros por hectárea respecto a los 30.248 que llegaron a abonarse en 2012. La necesidad de base territorial que tienen las explotaciones pontevedresas explican que el precio de los labradíos de regadío sea más del doble que en la provincia de Lugo, donde la tasación habitual ronda los 13.490 euros por hectárea. La Consellería de Medio Rural carece de datos sobre el valor de estos terrenos en A Coruña, pero para Ourense indica que se pagan a 17.704 euros por hectárea, también muy por debajo de las cifras pontevedresas.
El labradío de secano ya muestra unas cifras más modestas, con un precio que si en 2012 era de 17.545 euros por hectárea, dos años después perdió tan solo 158 euros para quedarse en los 17.387. En esta categoría los precios más altos se registran en A Coruña, con 18.826 euros por hectárea, mientras que Lugo y Ourense muestran unos valores de, respectivamente, 13.166 y 11.647 euros.
Donde realmente se produce un descenso en la cotización de tierras es en el prado de secano. En la provincia de Pontevedra, cada hectárea de estos terrenos se paga a 22.092 euros, nada menos que 2.511 euros por debajo de lo que debía abonarse dos años atrás. De nuevo, los precios pontevedreses están muy lejos de los del resto de Galicia: en A Coruña, su cotización es de 12.990 euros por hectárea (y pierde en torno a 1.500); en Lugo, 12.604 (tras bajar cerca de 1.400) y en Ourense, 9.415 (desciende 1.000 euros). Y mientras en labradío, es el de regadío el que muestra las pérdidas más altas, en el prado el de regadío tiene un descenso más modesto, al ceder solo en 203 euros y barajar un precio de 22.288 euros la hectárea, el doble de los 11.103 de Ourense, por ejemplo. En A Coruña, estos terrenos se pagaron a 17.741 euros, y en Lugo se quedan en los 12.877.
