Agolada afrontará la próxima semana uno de sus hitos pendientes, la aprobación del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM). Tras décadas de tramitaciones el documento de ordenación urbanística afronta su recta final de cara a su entrada en vigor. El regidor, Ramiro Varela, concretaba que están pendientes de recibir cierta documentación del expediente para llevar a cabo la convocatoria de un pleno extraordinario la próxima semana en el que se abordará la aprobación inicial del documento.

Varela se mostraba satisfecho de que tras años de gestiones se pueda finalizar este documento. El regidor matizaba que en los últimos meses el Concello llevó a cabo las últimas rectificaciones exigidas desde la Xunta entre las que destacaba la adecuación del casco urbano. En concreto, frente al documento presentado en un principio debieron delimitar y recortar las dimensiones del casco urbano y suprimir cerca de un kilómetro de la delimitación urban. Se concreta entre el centro y el polígono industrial, un espacio que "no llegó a consolidarse como casco urbano" especificaba Varela. Aunque en un principio se proyectaba una expansión y construcción de viviendas en esta zona, ésta no llegó a materializarse y en la actualidad cuenta con fincas, algunas de ellas con maleza.

Al margen de esta modificación el resto de núcleos rurales apenas tuvo que sufrir modificaciones. Precisamente, desde el Concello se había llevado a cabo en años pasados una ronda de visitas por las parroquias para analizar con los vecinos el documento inicial e incorporar ya aquellos cambios que se consideraban precisos con el fin de ajustarse en la medida de lo posible a la situación real del municipio y de los vecinos. Precisamente esta exposición de la planimetría habría influido en la demora, ya que la empresa redactora del proyecto, Adiu, se vio obligada a cambiar las tonalidades del suelo para que los afectados distinguieran mejor las distintas clasificaciones del terreno. Un trámite que acumuló un retraso de varios años, ya que también se aprovechó para incluir las zonas de expansión teniendo en cuenta cómo habían evolucionado los núcleos urbanos en los últimos 50 años.

El alcalde apremiaba, además, la aprobación de la planificación urbanística tras haber tenido ya que adaptarse a las modificaciones exigidas por varios cambios en la normativa autonómica. Varela contemplaba incluso que el documento actual tenga también apartados que deban adaptarse a la nueva Lei do Solo aprobada el pasado mes de febrero. El retraso en la gestión del documento urbanístico ha influido directamente a los vecinos de Agolada en gestiones como la construcción de viviendas, granjas o la venta y adquisición de parcelas.