El primer Cocido do Orgullo concentró el viernes y el sábado una gran cantidad de público en las actividades programadas. El nivel de satisfacción del Concello es alto, máxime si se tiene en cuenta que esta cita estuvo marcada por una climatología adversa que, en condiciones normales, debería suponer la cancelación de algunos espectáculos. Pero el intenso frío y la lluvia caída durante toda la jornada de anteayer no echó para atrás a los centenares de vecinos y visitantes que presenciaron el pregón de la actriz Carla Antonelli o los que por la noche se acercaron a la Praza da Igrexa para disfrutar con los conciertos de De Vacas y Sés. Tanto el trío de voces, acompañadas a la guitarra por Guillermo Fernández, como la solista coruñesa entusiasmaron al público y la Praza da Igrexa, sin llegar a abarrotarse, sí vio completada gran parte de su aforo.
La decisión de contar con los colectivos LGTBI para organizar el primer Cocido do Orgullo fue clave por su implicación, aunque quizá por las condiciones meteorológicas no se acercaron a Lalín todos los visitantes que cabría esperar. Los restaurantes sí se llenaron de comensales, aunque en casos había reservas ya concretadas con anterioridad. El grupo de gobierno entiende que la continuidad del Cocido do Orgullo es clave por varios motivos: coloca al municipio en la vanguardia de la defensa de la igualdad de sexos, le imprime un carácter de modernidad, ejerce como una herramienta educativa y de sensibilización y favorece el dinamismo económico.
El hecho de que el tiempo estuviese a punto de echar por tierra casi todos los actos ha hecho pensar al Concello en que quizá fuese mejor retrasar la celebración para más adelante, pero también ha de respetarse el vínculo de la fiesta con el Cocido. A un año vista es pronto para pensar en cómo se planteará en 2017, pero lo que está asegurado es que Lalín volverá a tener Cocido do Orgullo. Resta un año para preparar su programación y para la elección del encargado o encargados de realizar el pregón.
