El constante debate acerca de la sostenibilidad del sistema público de pensiones cobra fuerza cuando se conocen los datos del paro y del número de cotizantes a la Seguridad Social. Para que las prestaciones de las personas que alcanzan la jubilación estén garantizadas es preciso incrementar el censo de trabajadores. Si el promedio en Galicia está en torno a 1,3 activos por cada pensionista, en Deza y Tabeirós desciende hasta el 1,1 y en cuatro de los nueve municipios hay más personas que cada mes perciben sus pensiones públicas que los que destinan parte de su nómina al mantenimiento de este sistema. En Agolada, Cerdedo y Forcarei el censo de trabajadores es más bajo que el de pensionistas y en otros municipios, salvo Lalín, A Estrada y Silleda, la situación tampoco es demasiado alentadora.
Con los últimos balances de cotizantes y de pensionistas en función del lugar de empadronamiento, en los nueve ayuntamientos de la zona constan 22.620 trabajadores activos, mientras que la nómina de pensionistas alcanza los 19.371. En la provincia el desglose es de 307.520 y 203.112 respectivamente. Por cada persona que recibe un subsidio hay 1,5 trabajadores, siendo este promedio más elevado que en Galicia y también en las comarcas.
La referencia de Deza y Tabeirós es válida para interpretar lo que acontece en el conjunto del Estado, pero además en este caso hay que tener en cuenta el importante censo de población envejecida o la que se aproxima a la jubilación y por tanto pasará a recibir la pensión que le pertenece después de años de trabajo. Los problemas de los más jóvenes para acceder al mercado laboral -237 menores de 25 años sin empleo en las comarcas según los datos del mes pasado- y casi 5.000 parados a mayores son un lastre para este equilibrio. Y los municipios menores son los más damnificados. En Agolada hay 803 personas que cotizan a la Seguridad Social y el número de pensionistas suma 958; es decir, una diferencia de 155 personas. Peores datos se dan en Forcarei, con 1.027 activos por 1.511 pensionistas. Y en Cerdedo constan 441 cotizantes por 645 vecinos que perciben algún subsidio.
Otros ayuntamientos de la zona tampoco gozan de una situación de gran solvencia en este ámbito. Salvo el caso de Silleda, donde sus empadronados que tienen un empleo suman 3.256 y los pensionistas sum 2.440. Las diferencias se acortan en Vila de Cruces, donde la nómina de los que cotizan a la Seguridad Social solamente son 74 más que los pensionistas. Así las cosas, son 1.887 frente a 1.813. En Rodeiro hay 1.016 activos y 999 pensionistas y en Dozón son 442 y 414 respectivamente. Las dos capitales de comarca son las que presentan un mejor balance en este sentido y Lalín todavía más que A Estrada. En la cabecera comarcal dezana constan en los últimos datos divulgados por el ministerio 6.837 trabajadores por cuenta ajena o autónomos y 4.871 pensionistas. La diferencia positiva es de casi dos millares. Y en A Estrada son 6.911 y 5.720 respectivamente.
En un territorio con un alto índice de población mayor casi tres de cada diez habitantes son pensionistas. La proporción es del 28%, mientras que en la provincia se sitúa en el 21 y en Galicia, en el 23%. En lo que respecta a los importes medios de las prestaciones en Lalín son de 701 euros mensuales. La pensión media de los silledenses es de 677 y en Rodeiro y Agolada, de 625 y 668 euros respectivamente. En Dozón se sitúa en 668. La renta media en A Estrada alcanza casi los 704 euros y en 644 en el caso de Forcarei. El importe medio de las prestaciones de los vecinos de Cerdedo alcanza ya los 718 euros mensuales.
