En los dos últimos años han mejorado los datos de afiliación en las comarcas, pero este repunte queda lejos de los censos de trabajadores que había antes del comienzo de la crisis económica. A la hora de analizar los balances de cotizantes hay que tener en cuenta dos parámetros: los relativos a las afiliaciones en función del municipio de residencia del trabajador o los que toman como referencia la sede social de la empresa. En función del lugar de empadronamiento y tomando 2009 como año del inicio de la crisis y hasta el pasado año, en Deza y Tabeirós los cotizantes bajaron en 2.840 personas. Son 2.707 si tenemos en cuenta donde ellos o sus empresas pagaban los impuestos.

Un ejemplo claro es Lalín, donde ahora hay 932 personas menos trabajando que al comienzo de la crisis, pero sus empresas perdieron 1.776 cotizantes. La diferencia es mucho más ajustada en A Estrada, donde el censo de trabajadores activos descendió en 767 empadronados y en 712 en sus empresas. En términos absolutos hace seis años en Deza y Tabeirós había 26.126 vecinos cotizando a la Seguridad Social y al cierre del año pasado el número había menguado hasta los 23.286. Tras constantes caídas entre 2009 y 2012, la situación comenzó a mejorar a partir de ese año. Así en 2013 los activos subieron hasta los 22.345 y a 22.620 en 2014. Este año las empresas de la zona aglutinaron 18.545 cotizantes y con 19.209 se despidió el pasado ejercicio.