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Los hijos nacidos de madres sin unión legal se quintuplican durante este siglo

-Cerca de cuatro de cada diez nacimientos en las comarcas son de féminas no casadas -Sube un 20% el número de vecinas que tienen un hijo después de cumplir los 40 años

Un grupo de pequeños juega en la Praza da Vila durante última Carreira do Cocido. // Bernabé/Gutier

Hace solamente quince años en algunos municipios de Deza y Tabeirós-Montes la totalidad de los nacimientos registrados en un año eran niños de mujeres casadas. En este período de tiempo la situación ha cambiado y cada vez más las parejas consideran prescindible una unión legal de por medio para tener un hijo. Los ratios de alumbramientos de féminas con hijos que no han pasado por un juzgado o una iglesia para formalizar su matrimonio en las comarcas se aproxima ahora ya a la media gallega. Si en el conjunto de la comunidad autónoma esta proporción es del 43,5%, en Deza y Tabeirós al término de 2014 los nacidos de madres no casadas supusieron el 38% del total. Son cinco veces más que los habidos tres lustros antes.

La progresión en lo que llevamos de siglo es significativa. Si en los nueve municipios de la zona en 1999 el 93% de los nacidos eran de madres unidas legalmente a una pareja, ahora solamente son seis de cada diez. En el primer año que tomamos como referencia se empadronaron 423 bebés y solamente 30 de ellos tenían como representante legal a una mujer no unida legalmente. Con el balance definitivo de 2014 en los municipios de Deza y Tabeirós-Montes nacieron 402 niños, de los que 152 corresponden a parejas que no formalizaron legalmente su unión civil.

En Lalín nacieron durante 1999 117 niños y solamente 8 de ellos tenían como representante legal a una madre soltera. Esta progresión se fue elevando durante estos quince años hasta el punto de los pequeños de féminas sin casar pasaron de apenas el 7% a una proporción mucho más ajustada. Cuatro de cada diez fueron alumbramientos de mujeres no casadas. La situación en Silleda se asemeja bastante a la de Lalín, con un 11% de nacimientos de madres solteras a comienzos de siglo, pasando ahora al 36%. Si hace cinco años se registraron 54 nacimientos, en 2014 fueron 72. Vila de Cruces casi calca los resultados de Trasdeza. La proporción pasó del 11% -cuatro bebés- a 9 de 24. En Rodeiro todos los 16 niños nacidos hace tres lustros eran de madres casadas. Curiosamente los mismos hubo en el último balance, pero el 25% de ellos corresponden a madres no unidas legalmente. En Agolada y Dozón vinieron al mundo antes de final de siglo 15 y 5 bebés respectivamente, todos ellos de parejas no casadas. En 2014 la tendencia se revirtió, pues de los seis nacimientos, solamente dos son de féminas casadas. En Dozón hubo cuatro y el reparto es de dos a partes iguales. En A Estrada se empadronaron hace quince años 157 bebés, el 92,3% de ellos de parejas unidas legalmente, pasando ahora esta proporción a ser el 63% del toral de 134. En Forcarei y Cerdedo los 20 y 4 bebés nacidos en 1999 fueron de madres casadas. La última proporción pasó en el caso de Forcarei al 68% y al 40% en Cerdedo.

Por otro lado, otros de los cambios sociales se perciben acerca de las edades en las que las mujeres tienen hijos. Aunque la franja de entre los 30 y 34 años es la más representativa sí existen novedades acerca de los nacimientos en edades más tardías. Si a finales del siglo pasado en las comarcas solo hubo seis niños de madres de más de 40 años, quince después fueron 27. El l censo de nacidos de vecinas de más de 30 años pasó de 217 a 309.

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