El mantenimiento del personal es el capítulo al que más recursos económicos dedican los ayuntamientos. En las comarcas los fondos que precisan las administraciones locales para pagar a sus plantillas oscilan entre el 29% del total del presupuesto en el caso de Vila de Cruces y el 49%, en Rodeiro. Según las cuentas municipales del pasado año, la diferencia entre las dos capitales de comarca también es importante. Mientras el capítulo uno en Lalín supone el 34,7 % de su cuenta, en A Estrada rebasa el 41.
Los ajustes salariales, actualización de la relación de puestos de trabajo o el férreo control de las contrataciones establecido por el Ministerio de Hacienda ha ocasionado que en casos los concellos hayan rebajado los gastos en personal, pero cada concello tiene sus particularidades. En los últimos cinco años Lalín ha recortado en 512.146 euros los recursos destinados a pagar a sus trabajadores. De los 5,1 millones consignados en los presupuestos de 2012 se pasó a 4,6 de la cuenta de este año. El caso contrario se da en A Estrada, que habitualmente solía necesitar menos dinero para pagar las nóminas de sus trabajadores. En un lustro este capítulo pasó de los 4,3 millones de 2012 a los 4.850.427 euros que gastará en este ejercicio.
En la comparativa del capítulo uno de este año y del pasado cabe indicar que en Lalín apenas hay cambios, si bien la partida sube un 0,3% (17.000) euros, en parte, por la regularización de plazas. Los casi 360.000 euros que precisa a mayores el gobierno de José López para pagar los salarios de su plantel se debe en gran medida de las sucesivas sentencias favorables a los trabajadores y contrarias al Concello así como de la actualización de trienios. La capital dezana tuvo el año pasado más carga de personal laboral, que costó 1,3 millones, frente a los 1,1 de A Estrada. El mantenimiento de los funcionarios absorbió 1,8 y 117 millones respectivamente. Una de las grandes diferencias entre ambas administraciones está en lo que necesitaron sus gobiernos para pagar al personal eventual. En Lalín fueron casi 159.000 euros y 63.200 en el municipio limítrofe. También hay distancias en los incentivos al rendimiento. En la capital dezana su administración habilitó 214.000 euros y 149.540 euros, A Estrada.
En los otros concellos de la zona existen importantes diferencias acerca de los recursos que necesitan para pagar a sus trabajadores. En Vila de Cruces este capítulo supuso, con 996.000 euros, el 29% de su presupuesto. En Silleda -dato de la cuenta prorrogada- fueron 1,98 millones (42%) y en Rodeiro, con 782.000 euros, el capítulo uno se llevó el 49% de los presupuestos. En Agolada la proporción fue casi el 42% (693.184 euros). Y 42,5 de cada 100 euros de la cuenta de Dozón fue destinada al plantel. En Forcarei los 731.845 euros supusieron el 33% y los 527.715 de Cerdedo, casi el 42.
Si analizamos otros capítulos relativos al personal, Vila de Cruces destaca por precisar 47.500 euros para personal de confianza, mientras que en Silleda son solo 22.600. Los incentivos al rendimiento a la plantilla supusieron 3.200 euros en Vila de Cruces, 30 en Agolada, 1.200 en Silleda, 31.900 en Rodeiro, 30.500 en Forcarei y 11.400 en Cerdedo.
