En octubre, el colectivo de padres expuso al xefe territorial de Educación, César Pérez Ares, las deficiencias que presentaba el centro. Entre ellas figuran las irregularidades del firme del patio, el mal estado de la pista de fútbol o la reforma integral de los baños y desagües, sobre los que no se volvió a intervenir desde que se construyeron hace 30 años. Pero la necesidad más acuciante es la construcción de una pasarela para evitar que los niños se mojen cada vez que tienen que ir al comedor o bajan del autobús escolar. Otero calcula que construir un patio cubierto que solucione esto costaría unos 100.000 euros.