Con el traspaso al ORAL -el organismo autónomo de gestión de recursos locales de la Diputación- de la gestión y cobro de tributos municipales, el Concello de A Estrada está viendo materializarse una labor inspectora que desde hace años perseguía para el servicio de abastecimiento de agua, al objeto de eliminar desigualdades entre los contribuyentes. Hace meses se pusieron en marcha lecturas trimestrales de los contadores, una actuación que ha generado una media de tres altas diarias de usuarios que estaban consumiendo agua en sus hogares sin figurar en el correspondiente padrón fiscal.

El dato le fue facilitado ayer al edil responsable de los departamentos económicos del ayuntamiento, Alberto Blanco, tras la reunión celebrada con representantes del ORAL y de la empresa Contadores Gómez, que se encarga de realizar las lecturas cada tres meses. Según explicó el titular de Economía e Facenda, estas lecturas permitieron que el 88% de las viviendas del casco urbano que cuentan con contador figuren ya en el padrón del servicio, cuyas altas se realizan de manera voluntaria.

Las altas derivadas de estas revisiones se vinculan a usuarios que consumían agua sin el correspondiente abono o a inmuebles con contadores averiados. Además de continuar con esta inspección, queda pendiente la incorporación al padrón de construcciones que hacen uso de este servicio de abastecimiento sin tener instalado el correspondiente contador.

En este contexto, Blanco explicó que existen edificios en el casco urbano que tienen un único contador, una cuestión que se exigirá corregir, recordando que la ley obliga a disponer de un contador por planta.

De igual modo, en la depuración del padrón fiscal del servicio de abastecimiento de agua en el concello de A Estrada se revisará el tipo de factura que se vincula a cada usuario. Se indica que existen casos de negocios que pagan el agua como si se tratase de un vecino más del edificio en el que se asienta el establecimiento, cuando debe estar sujeto al pago de una tarifa de carácter comercial.

Los efectos de estas revisiones no son inmediatos, teniendo en cuenta que entre que se realiza la inspección y el usuario acude a darse de alta y pasa a incorporarse de modo efectivo al padrón pueden pasar casi seis meses. En todo caso, desde el gobierno se insiste en que esta tarea inspectora está teniendo sus frutos y que permitirá ajustar la situación fiscal a la realidad del consumo. La empresa que se encarga de efectuar las lecturas de contadores trimestralmente lleva un año con un contrato que ahora le será prorrogado.

La tasa municipal por distribución de agua varía en función de si la vivienda se sitúa en el casco urbano o en el rural. El primer caso, la cuantía está vinculada al valor catastral del inmueble y a los ingresos de las unidades familiares, contemplándose supuestos como en el que los residentes no rebasen el salario mínimo interprofesional o sean beneficiarios de la Renda de Inserción Social de Galicia (Risga). Asimismo, el importe también cambia si se trata de un uso industrial del agua.