La labor de inspección que se vincula a la gestión tributaria por parte del ORAL permitirá en su día poner datos prácticos y reales a la situación teórica que, en relación al servicio de abastecimiento de agua, se realizaba desde los departamentos municipales de tesorería. En base a la información facilitada en su momento desde la Alcaldía, el padrón del agua con el que se venía trabajando hacía referencia a unos 5.500 usuarios del servicio, cuando se tiene constancia de que esta cifra está por debajo de la realidad. Las estimaciones del ayuntamiento apuntaban en los últimos años a que alrededor de un 20% de los usuarios de la traída municipal estaban consumiendo este bien sin tributar por el servicio.

Antes de traspasar al ORAL la gestión tributaria se indicaba desde el gobierno local que la estructura del área de Recaudación no permitía hacer labores como la actualización de padrones. La situación ha cambiado y el censo de este tributo está experimentado una importante depuración.

El Concello intentó previamente hacerlo por su cuenta desde 2012, tras 15 años sin una revisión del padrón. En 2013 se envió una primera remesa de notificaciones tras detectar consumos sin la correspondiente alta en el servicio y, por tanto, sin el debido abono. Las estimaciones realizadas entonces por el ayuntamiento apuntaban a la existencia de unos 1.500 usuarios clandestinos del abastecimiento de agua. En la primera fase de avisos previos al corte del suministro se incluyeron los casos con un mayor montante pendiente, entre los que figuraban algunos que debían abonar al Concello alrededor de 9.000 euros.