Desde hace unos días, las dos entradas al casco urbano de Vila de Cruces -desde la carretera de Portodemouros y desde la PO-206, procedente de Lalín- lucen sendos carteles con la leyenda "Vila de Cruces, vila termal". La cartelería forma parte de una campaña de la Xunta de Galicia con la que se intenta difundir los reclamos turísticos de las aguas medicinales. Estos carteles dan la bienvenida al visitante en gallego, castellano e inglés, y lucen un icono de una fuente. Pueden verse ya en otros concellos con balnearios, como los ourensanos de O Carballiño o Lobios.

En Vila de Cruces el complejo termal por excelencia es el de Baños da Brea, en el lugar de Paradela (Merza). Las instalaciones, que volverán a abrir el 11 de marzo, cuentan con aguas indicadas para aliviar procesos reumatológicos, afecciones del aparato respiratorio y de la piel y para tratar cuestiones como el estrés y la fatiga física o psíquica. El balneario se encuentra, además, muy cerca del monasterio de Carboeiro y de la Fervenza do Toxa, dos de los enclaves más visitados no solo del limítrofe municipio silledense sino de toda la comarca dezana.