Seis de cada diez núcleos de población de las comarcas no dispone de servicio de traída municipal de aguas. Las acometidas particulares o vecinales son, por tanto, en muchos casos los sistemas empleados para que el agua llegue a las viviendas. En el extenso territorio de Deza y Tabeirós existen 1.733 núcleos o aldeas y las que cuentan con canalizaciones de las redes municipales son solamente 691; es decir, menos del 40% del total.
En los últimos años los ayuntamientos han hecho esfuerzos por llevar las traídas al mayor número de aldeas posibles, pues además de ofrecer un servicio básico a sus ciudadanos, un padrón más elevado repercute directamente en la economía municipal. Lo mismo ocurre con el alcantarillado, aunque los núcleos de población con saneamiento apenas rebasan el 10%. En ambos casos se da una casuística que conocen las corporaciones locales. La dotación de saneamiento a un lugar o una parroquia completa conlleva unas inversiones muy elevadas que, una vez rematadas, a veces no se rentabilizan pues son muchos los vecinos que no solicitan el enganche a esta red. En el caso de las traídas rurales una parte muy representativa de las viviendas se abastece a través de pozos o traídas comunales.
Si retomamos el cómputo de aldeas con traídas municipales y, atendiendo a un informe de la Diputación provincial, en los nueve concellos de las comarcas la situación no es ni mucho menos semejante. Los territorios más extensos no son necesariamente los que más carencias tienen en este sentido. Un ejemplo es Lalín, donde los núcleos con servicio de abastecimiento de agua público se acercan a la mitad de los 337 existentes. Atendiendo a esta encuesta de equipamientos, en la capital dezana constan 6.802 viviendas conectadas a la traída y otras 1.370 con servicio autónomo. Además, hay una veintena de captaciones de agua los ríos y 25 depósitos que en su conjunto tienen una capacidad de 406.000 m3. Silleda sería el municipio peor dotado en este sentido, con solo 46 aldeas de las 248 con agua de la traída pública. El número de hogares con conexión a esta red se acercaría a los tres millares, que se abastecerían de 22 captaciones y 17 depósitos de agua, que totalizan 3.620 metros cúbicos. Si el porcentaje en Trasdeza está en el 18,5% en Vila de Cruces los núcleos con traída son el 51%; o lo que es lo mismo, 72 de los 141. Las casas conectadas a la red son 2.744, que se abastecen de 38 captaciones. Los 35 acopios tienen una capacidad de 7.644 metros cúbicos.
En Rodeiro el número de entidades de población con extensión de abastecimiento apenas rebasa el 36%. Son en concreto 53 del total de 146. Los hogares con este servicio son casi 650, el doble de los que usan traídas particulares. En los 24 depósitos su límite de capacidad está en algo más de 1.000 m3 y constan 25 puntos de captación. Agolada cuenta con 139 aldeas y la traída municipal llega hasta 64. En este caso conviene mencionar que las viviendas con servicio autónomo son 1.177, casi el triple que las demás. Según este informe de equipamientos hay 4 captaciones y otros tantos depósitos de agua, con capacidad de 240 m3. Dozón calca los resultados porcentuales de Lalín, una vez que 26 de sus 55 lugares disponen de traída pública. En este territorio hay 26 captaciones y 18 depósitos, que suman 100.000 metros cúbicos. En A Estrada la proporción es de solo tres de cada diez de sus 508 núcleos con servicio público. Los hogares con traída autónoma son más de 5.000, el doble de los que están conectados a la red. Es con, 74 captaciones, donde más hay, y tiene 65 depósitos repartidos entre sus 51 parroquias. Forcarei es el concello con mejores infraestructuras. Son 79 núcleos de los 105 con traída municipal. Además existen 34 puntos de captación y 25 depósitos, con capacidad para 532 m3 de agua. Y en Cerdedo las traídas del Concello llegan a la mitad de sus 54 núcleos. Dispone de un máximo de 2.055 metros cúbicos de agua acopiada en 35 depósitos y constan operativos 63 puntos de captación.
