"¡Alto, alto! ¿Quién vive?" Con estas palabras empiezan las batallas dialécticas de los Xenerais da Ulla, el Entroido más tradicional en los dos márgenes del río del mismo nombre y que en Deza ya tuvo este fin de semana dos recreaciones: el sábado en Lamela (Silleda) y ayer en Merza. La parroquia cruceña cuenta con 12 'xenerais' que ayer dieron buena cuenta del devenir político y social del último año. La corrupción de cargos políticos y personajes del mundo del corazón fue uno de los temas escogidos. El último caso en conocerse, el del ya exembajador en la India Gustavo de Aristegui, dio pie a la copla "Usted es como Rato, un ladrón singular, cometen millones de fraudes que no llegan a pagar". La infanta Cristina tampoco se libró de los versos, a la espera de lo que ocurra en el juicio. Pero, a entender de los 'xenerais', poco se puede confiar en la política española, visto que "a día de hoy, ladrones como la Pantoja, entran y salen de la cárcel cuando a ellos se les antoja", a lo que replica otro general: "Son delitos menores, no tienen por qué sufrir, pero explíqueme usted lo que Maduro está a vivir".

Las estrategias de los partidos para lograr un gobierno estable tras el 20-D también arrancaron más de una carcajada. "Le quitaron votantes, si quieren seguir de tiranos deberán formar gobierno con los niños de Ciudadanos" o "Existen muchas posibilidades de una gran coalición, pero el PSOE deberá arreglar su formación". Los 'xenerais' estuvieron acompañados por 8 'mouros', el escribano y el 'frade', que se encargaron de repasar la política a nivel del concello y de la parroquia. Además de la guerra verbal, se repartieron 640 euros en premios, que recayeron en las carrozas Ajuntamiento Montoya-Pacheco (una boda gitana) y Tractorada; en los grupos Yihadistas y Disney y en los disfraces individuales Vikingo versus Escocés y A Masa. No faltó el personaje más tradicional de Merza, "O Vello dos Cornos".