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A Estrada suspende en ortografía

Carteles oficiales y de particulares del casco urbano muestran faltas de escritura que se mueven entre la sutileza y la gravedad

Nombres de localidades y calles | A Estrada no es un caso aislado. Son habituales los problemas en las cartelerías a la hora de escribir correctamente los nombres de localidades o calles. El problema viene muchas veces por los antiguos nombres en castellano y el paso al gallego. Muchos carteles mantienen por ejemplo formas como Puentevea o Puentecesures. En casos como el de la primera foto se traduce, pero con una forma separada "Ponte Vea". En otros casos, aparecen carteles nuevos en castellano, como en la del centro.

Pasear por A Estrada supone adentrarse en el típico caos urbanístico de las nuevas "urbes" gallegas. Las calles crecen con más o menos sentido e invitan a perderse de lo evidente para adentrarse en sutilezas que dejan ver la verdadera belleza de un pueblo agradable en su concepto entre lo urbano y lo rural. Cuando uno logra por fin relajarse y comenzar a disfrutar de lo que descubre puede sin embargo toparse de narices con otro problema más sutil pero que puede herir a más de un lector observador. Las calles del casco urbano estradense ofrecen toda una variedad de errores ortográficos. Desde pintadas callejeras a carteles de particulares dejan ver notables faltas en este sentido. Lo más grave surge sin embargo en la cartelería oficial, con errores que se repiten y que incluso van variando en su forma. Habrá más de los aquí mencionados y puede que incluso peores. Anímense a descubrir aquellos que los rodean, puede ser el camino para acabar con ellos.

El primer paso para encontrar estos errores es analizar las pintadas y carteles privados. La calle genera y propone y eso abre la puerta a posibles fallos gramaticales. Algunas de esas faltas suelen durar días, el tiempo en el que alguien alerta al responsable de su error. En otros casos sin embargo se mantienen, parece que incluso que como un reconocimiento del fallo para entrar en el terreno de los jocoso. En ese marco se podrían situar carteles de venta de plaza de "garage" que se mantienen ya desde hace meses. En el casco urbano es posible encontrar varios anuncios con esa falta de ortografía. Otro mensaje llamativo puede encontrarse en las inmediaciones de la estación de autobuses, donde una gran pintada en la pared deja claro el amor del artista. Su "te hamo" es un mensaje difícil de pasar por alto para cualquiera, así que a buen seguro habrá llegado a su destinataria. Entre amenazas a los "enunciantes" que peguen carteles termina un paseo por lo más obvio para adentrarse en un terreno inesperado, la cartelería oficial y sus derivados.

Un apartado especial dentro de estos carteles merecen los nombres de localidades. Si duele encontrar carteles por Galicia adelante marcando el camino hacia "La Estrada" a otros podría pasarles lo mismo viendo como en carteles estradenses se citan localidades como Puentecesures o Puentevea. Se trata en todos estos casos de carteles antiguos, que deben necesariamente adaptarse a los nombres gallegos de estas localidades. Sorprenden sin embargo otros casos, como el denunciado recientemente por la colocación de un cartel anunciador hacia "Aguiones". Este cartel ya fue retirado tras las protestas de agrupaciones y de la oposición. En otros casos sin embargo sí que se traduce para encontrarse en plena Praza da Farola con un cartel que marca el camino hacia "Ponte Vea".

Recién recuperado del golpe de efecto en la plaza más céntrica de la villa y solo unos pasos después nos sorprende otro cartel que concentra muchos de los errores que se repiten a lo largo de las señalizaciones de casco urbano. El cartel es del Centro Comarcal Tabeirós-Terra de Montes, un servicio que ya cerró sus puertas hace mucho tiempo pero que todavía se sigue anunciando en diferentes puntos del municipio para despiste general. En él se puede ver una primera palabra con tilde "información" pero en las dos siguientes que deberían llevarlo "turística" y "artesanía" se prescinde de él. El tercer fallo se encontraría en la palabra "producto", que según las normas actuales del gallego debería ser "produto".

El caso de las tildes se repite en muchos carteles de la villa. En muchos casos se entiende por la dificultad de encajar este tipo de signos ortográficos en determinadas situaciones. Así se puede ver por ejemplo carteles en toldos anunciando una "libreria". En otros casos sin embargo apunta a errores de los responsables. Sería el caso de algunas calles en las que aparece la palabra "rúa" sin la necesaria tilde, mientras que en la mayor parte de las calles estradenses sí que la llevan.

El problema con la palabra "produto", muestra otro de los errores que se repiten en muchos carteles de A Estrada, el desconocimiento de las normas del gallego. A Estrada puede tener por ejemplo una Travesía de la "igrexia" a pesar de que el término correcto es "igrexa" o pasarse de "traducción" creando una "zoa" peatonal a pocos metros de otro cartel en el que se anuncia de manera correcta que es una "zona peatonal". El mismo problema tienen los particulares, encontrándose muchos mensajes en los que se utiliza el gallego pero surgen por el medio castellanismos. De esta manera se puede encontrar un "vado" en un enunciado en gallego y curiosamente con un "vao" municipal justo encima.

Un caso aparte serían las instrucciones y los carteles que se resisten a dar el obligado paso al gallego. Así se pueden varios anuncios del "recinto ferial" en donde lucen los nombres anunciadores de los "pabellones", curiosamente a poca distancia del "pavillón" Manuel Coto Ferreiro.

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