Son fieles, cariñosos, alegres y agradecidos. Poco importa su tamaño o su raza, el vínculo incondicional que establecen con su dueño les ha granjeado la fama de ser los mejores amigos del hombre. Sin embargo, con mucha frecuencia se olvida que los perros también necesitan su propio espacio, un lugar en el que correr y socializar con otros canes, corriendo el cumplimiento de las normas más básicas de civismo por cuenta y riesgo de su propietario. A Estrada ofrecerá pronto esta alternativa en el casco urbano, después de que la petición -planteada por el grupo municipal del BNG-de creación de un parque canino en la villa haya alcanzado luz verde.

La propuesta pasa por habilitar un recinto cerrado en el que las mascotas puedan correr libres de cadenas y correas, aunque siempre bajo la supervisión de sus responsables. Estos estarían obligados, como en cualquier otro lugar de la villa, a recoger los excrementos de sus animales en unas instalaciones que estarían vigiladas y que contarían con unas específicas normas de funcionamiento.

Se estima que el coste de la instalación no sea muy elevado, aunque sí se sugiere completarla con una pequeña zona cubierta para que los propietarios de los canes puedan resguardarse de la lluvia si el tiempo no acompaña cuando saquen a pasear a sus mascotas.

La cuestión pasa ahora por elegir un emplazamiento para este parque canino. Desde el Bloque se propusieron zonas como el entorno de la robleda municipal, por la amplitud de espacio que ofrece, si bien desde el PP el edil de Medio Rural, Juan Constenla, apuntaba ayer la conveniencia de que este parque se sitúe en un lugar céntrico para que este sea un servicio "realmente útil". Entre las propuestas de emplazamiento podrían estar los terrenos que corresponderían al ayuntamiento tras la urbanización de la parcela propiedad de LIDL, al pie de la N-640, en el tramo final de la avenida Benito Vigo.

Además de concretar el lugar en el que se construirá este parque para mascotas, también tendrá que confeccionarse una normativa para su utilización. Se insiste en que será una zona en la que los animales puedan correr y jugar libremente pero sin que ello libere a su propietario de cumplir con la exigencia de recoger sus heces.

Aunque es quien tiene mayor capacidad para llevar a cabo este proyecto, el Concello no es el primero en plantear la necesidad de crear un parque canino en A Estrada. El centro juvenil La Estación ya intentó poner en marcha por su cuenta unas instalaciones de estas características, aunque se encontró dificultades para encontrar material para llevarlo a la práctica. Su idea ansiaba un espacio para todo tipo de perros, con diversas atracciones para fomentar sus habilidades, como un palo y una cuerda colgados de un árbol, un zigzag en el suelo, una pasarela o un túnel de hormigón para entrenar. También contemplaban un dispensador de bolsas para que el espacio fuese tan libre como limpio.