La carretera provincial que une las localidades estradenses de Liñares y Valboa, enlazando las nacionales N-640 y N-525 a su paso por el término municipal de A Estrada, permanecerá cortada al tráfico durante dos semanas para posibilitar la construcción del nuevo puente sobre el río Bo, situado en la parroquia a la que este cauce da nombre. El alcalde estradense, José López, visitó a primera hora de la mañana de ayer los trabajos y trasladó que este corte circulatorio se programa para la segunda semana de febrero, esto es, una vez pasadas las fiestas de Carnaval.

Aunque estaba previsto realizar este corte antes, se resolvió posponerlo para no afectar a las celebraciones. Para llevarlo a cabo, técnicos de la Diputación de Pontevedra y del Concello de A Estrada trabajarán de manera coordinada para señalizar los desvíos alternativos para los usuarios de esta carretera. En este punto, el munícipe reconoció que la situación no supondrá un problema para los turismos pero sí exige contemplar de forma especial las alternativas para el transporte escolar y el tráfico pesado que utiliza esta vía.

La carretera A Estrada-Ponte Ulla y el vial que une Loimil con Remesar y la N-640 podrían ser alternativas para los conductores que cada día hacen uso de esta carretera de titularidad provincial.

Las dos semanas que se espera dure este corte de la carretera a la circulación se emplearán en la construcción del nuevo puente que salvará el río en esta segunda etapa de reforma de la carretera Callobre-Ponteledesma. Esta infraestructura duplicará la anchura del puente actual, pasando de los 4,5 metros que mide a los nueve que tendrá. Además, tendrá una longitud de 31 metros. Los detalles del proyecto facilitados en su momento por la Diputación indican que para su construcción se emplearán losas tipo barco de hormigón armado de nueve metros de largo y 2,40 de ancho hasta completar la longitud necesaria de la infraestructura. Asimismo, la nueva infraestructura sobre este río llevará 62,4 metros de barandilla de acero de 1,08 de altura.

Movimientos de tierra

En cuanto al estado actual de las obras del tramo Riobó-Oca, el regidor estradense explicó que ya se encuentran prácticamente finalizados los importantes movimientos de tierra necesarios para ejecutar esta obra. Indicó que queda ahora retranquear los postes de los tendidos telefónicos y eléctricos. En el primer caso, indicó López, ya se obtuvo el visto bueno de la compañía para su desplazamiento, mientras que en el segundo se está pendiente de un acuerdo entre la empresa y la Diputación.

José López indicó también que la empresa que se encarga de ejecutar los trabajos, la firma Narom, se encuentra ya realizando la reposición de muros y bienes afectados por las obras. Apuntó asimismo que se está empezando ya con el tramo de aceras, una infraestructura que se proyectó para la zona de Os Besteiros (parroquia de Oca), a fin de proteger las viviendas situadas a ambos lados de esta carretera.

Señaló el alcalde que, completados los movimientos de tierra y los firmes, tras la construcción del puente quedaría aglomerar y dotar el trecho de unacapa de rodadura. Según sus cálculos, si todo avanza a este ritmo, la obra podría estar terminada "a comienzos de marzo".

La actuación no está apurada por los plazos, ya que el pasado mes de diciembre se acordó una prórroga. La junta de gobierno de la Diputación acordó ampliar hasta el 31 de diciembre de 2016 su convenio con el Concello de A Estrada para una mejora cifrada en 750.000 euros y que se extenderá entre los puntos kilométricos 7+107 y 8+400 de la EP-7017.

Aunque la cartelería para esta obra se colocó el pasado verano, los trabajos no entraron en su fase de ejecución hasta mediados del pasado mes de noviembre. Esta demora se debió a que finalmente fue necesaria una ocupación de terreno mayor.